Ciencias Sociales España , España, Jueves, 31 de octubre de 2019 a las 13:06
#Libros_DiCYT

José Manuel López Nicolás: “La divulgación científica en España está en el mejor de los momentos”

El bioquímico, divulgador científico y autor del blog Scientia publica el libro 'Un científico en el supermercado'

DICYT Conocido desde hace años por su blog Scientia, José Manuel López Nicolás es una de las referencias de la divulgación científica en España. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular y director de la Unidad de Cultura Científica y de Innovación (UCC+i) de la Universidad de Murcia, colabora de forma habitual con medios de comunicación y es autor de varios libros. El más reciente acaba de llegar a las librerías, es de la Editorial Planeta y su título tiene mucho que ver con la visión de la ciencia de su autor: ‘Un científico en el supermercado’.


De hecho, López Nicolás asegura que es la obra que siempre quiso escribir. “Refleja mucho mi personalidad, porque a mí me gusta mucho hablar y este libro está basado en diversos diálogos, por ejemplo, como mi hija”, explica en una entrevista concedida a DiCYT.


Además, lo hace desde una perspectiva multidisciplinar y desde la ciencia del día a día: “Está muy bien saber de exoplanetas, pero a la sociedad le falta hablar de la ciencia en la vida cotidiana y de eso va el libro, de la ciencia que hay en las cosas que nos rodean, en la ropa, en la alimentación, en la cosmética, en nuestras aficiones y en nuestras tradiciones”.


Por eso el libro habla de las etiquetas del supermercado, de la lotería, del tenis y hasta de cómo los equipos de fútbol profesionales utilizan la remolacha para que los jugadores corran más rápido. “No creo que exista ninguna disciplina científica que no se pueda divulgar con un lenguaje asequible, pero hay que buscar las herramientas más adecuadas para cada tipo de público y esforzarse para que los mensajes se entiendan”.


Humanidad y pasión


Aparte de mostrar la ciencia del día a día, López Nicolás ofrece otras dos claves para la divulgación científica: humanizar y mostrar pasión. “Últimamente parece que hay que divulgar provocando risa, pero una cosa es hacer algo ameno y otra cosa es hacer reír. Yo creo que hay que apasionar a la gente y eso lo puedes hacer con la risa, con el drama o a través de otros medios”, comenta.

 

En cualquier caso, “creo que la divulgación científica en España está en el mejor de los momentos. También es verdad que cuantificar el efecto de la divulgación es complicado, no sé si estamos llegando a más gente o no, pero sí que hay más apoyo de los medios de comunicación y de las editoriales. Tenemos que aprovecharlo, ser ambiciosos y encontrar la forma de llegar a más gente”.

 

Un pilar de la cultura y de la libertad

 

Y esto es importante porque, en su opinión, “la divulgación es un pilar de la cultura y la cultura es un pilar de la libertad. Entiendo la libertad como la toma de decisiones con conocimiento de causa. Por eso la ciencia es importantísima, si estamos tomando decisiones basadas en mentiras, en mitos o en fraudes, realmente no estamos siendo libres”.

 

En ese sentido, “hay que ser escépticos sin pasarnos de la raya”, aclara, “porque no podemos vivir en un mundo de desconfianza, pero hay que darle una vuelta a algunas cosas; soportamos campañas de marketing muy agresivas y a veces es difícil tomar la decisión correcta”. En el libro ‘Vamos a comprar mentiras’, publicado en 2016, ya se ocupaba de este tema, mientras que el nuevo vuelve a incidir en ello pero también “habla de muchas otras cosas”.


Apoyo "con infraestructuras, presupuesto y personal"


El bioquímico de la Universidad de Murcia reconoce que los científicos están cargando con muchas responsabilidades: investigan, dan clase, gestionan… Por eso, no cree que todos deban dedicar tanto tiempo como él a divulgar. Sin embargo, “las instituciones sí están obligadas a crear los canales necesarios para hacerlo. Los centros tienen que apoyar de verdad, con infraestructuras, presupuesto y personal. Y los científicos tienen que dar información si les llaman desde un gabinete de comunicación o una unidad de cultura científica”.


El motivo es que la divulgación no sólo aumenta la cultura científica de la sociedad, sino que es útil para la propia ciencia, que se retroalimenta. “Se pueden obtener muchos beneficios en investigación, puedes ganar en proyectos, en artículos y en contratos de investigación si realizas una buena divulgación”, asegura.

 

La ciencia, ausente en elecciones


En plena época de elecciones, “no entiendo cómo nos echamos las manos a la cabeza porque la ciencia no aparezca en los debates. Los grandes líderes políticos hablan de lo mismo que la gente de la calle y la gente no habla de ciencia. Ahí reside la importancia de la divulgación, cuando la ciudadanía vea la importancia de la ciencia en sus vidas, empezará a tener protagonismo”.