Health Spain , Salamanca, Wednesday, November 06 of 2013, 17:15

Javier de las Rivas, presidente de la Sociedad Iberoamericana de Bioinformática

El científico del Centro de Investigación del Cáncer tratará de impulsar el desarrollo de una disciplina cada vez más importante en los 21 países que forman la organización

JPA/DICYT Javier de las Rivas, científico del Centro de Investigación del Cáncer (CIC, centro mixto de la Universidad de Salamanca y el CSIC), ha sido nombrado presidente de la Sociedad Iberoamericana de Bioinformática (SOIBIO), una organización que trata de impulsar y promover el desarrollo de esta disciplina en 21 países. En declaraciones a DiCYT ha explicado que el intercambio de conocimientos científicos y la formación de jóvenes investigadores se encuentran entre las prioridades de SOIBIO.

 

El nombramiento supone “un reconocimiento internacional” al trabajo que desarrolla su grupo de investigación en el campo de la bioinformática, ha asegurado, una disciplina clave en la actualidad para el avance científico. “Es muy importante para los estudios biomédicos, porque manejar datos tan complejos como los actuales requiere software avanzado”, señala el experto. Los centros de investigación biomédica se apoyan cada vez en este campo del conocimiento, por ejemplo, para realizar estudios sobre genes que resultan imprescindibles para conocer mejor y abordar enfermedades como el cáncer y muchas otras patologías.

 

Sin embargo, en el conjunto de Iberoamérica el desarrollo de la bioinformática es muy pobre. “Estamos en la infancia en comparación con otras disciplinas”, asegura el nuevo presidente de una organización muy joven, ya que se constituyó en 2009 en México. De hecho, muy pocos países de la región iberoamericana tienen un cierto desarrollo en este campo. Destaca Brasil por su gran apuesta por la inversión en el conjunto de la I+D+i, y también Argentina y México, además de España, que se encuentra en una mejor posición para tratar de potenciar esta ciencia en el resto de los países. “Tenemos la obligación de ayudar en su desarrollo, aunque España en el conjunto de Europa tampoco es puntera, sino que se encuentra en una posición media”.

 

Sin ese impulso, Iberoamérica quedaría rezagada en muchas otras ramas de la ciencia que dependen directamente de la bioinformática. De hecho, el mejor ejemplo es que el premio Nobel de Química de 2013 ha sido concedido a Karplus, Levitt y Warshel, impulsores de los primeros programas computacionales destinados a analizar la estructura de las proteínas, avances científicos debidos al análisis computacional de datos biológicos y moléculas.

 

Creciente interés


La Asamblea General de SOIBIO, que tuvo lugar la semana pasada en Rosario (Argentina), fue el marco en el que Javier de las Rivas tomó el relevo de Julio Collado-Vides, director del Center for Genomic Sciences (CCG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, el Congreso Internacional de Bioinformática y Biología Computacional “ha constatado el creciente interés y mejora de la masa crítica sobre bioinformática, ya que ha reunido en Argentina a más de 200 jóvenes investigadores de toda Latinoamérica.

 

En ese marco, el investigador del CIC impartió un curso avanzado sobre ‘Redes Biomoleculares’ y precisamente ese tipo de acciones formativas es uno de los pilares que quiere seguir manteniendo en la Sociedad, encargada de organizar congresos y reuniones y de promover la formación en este campo.