Nutrition Costa Rica , Heredia, Thursday, April 12 of 2012, 10:18

Investigan un hongo patógeno que está afectando a la reducción de poblaciones de anfibios

La Escuela de Veterinaria de la Universidad de Heredia estudia ‘Batrachochytrium dendrobatidis’, que posee una espora que requiere agua para desarrollarse

UNA/DICYT El descenso en el número de ranas que habitan las 193.929 hectáreas del parque internacional La Amistad, en Costa Rica, ocupa la atención de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (UNA). Investigaciones recientes apuntan que el hongo patógeno conocido como Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) podría estar jugando un papel importante en la reducción de las poblaciones de anfibios. Es probable que en combinación con otros factores, aún no bien determinados, generen la enfermedad conocida como quitridiomicosis.

 

Gilbert Alvarado, responsable del estudio e investigador del Laboratorio de Patología de la UNA y la Escuela de Biología de la UCR, explicó que al parecer este hongo interfiere en el transporte de electrolitos. Esto causa un desequilibrio en las concentraciones de electrolitos en la sangre, situación que podría ser tan severa como para causar la muerte de los animales. Según el estudio Bd en los anfibios de la Cordillera de Talamanca, un enfoque patológico, ecológico y molecular, la presencia del hongo genera cambios importantes en la anatomía de la piel que conllevan a los cambios patofisiológicos necesarios para poner en peligro la vida del animal.

 

El hongo patógeno Bd posee una espora que requiere del agua para desarrollarse, de ahí que podría encontrarse hasta en la humedad de la hojarasca. “Una vez instalado en la piel de la rana, se presentan dos reacciones principales: más capas de células y grosor de la queratina de la piel”.

 

Alvarado agregó que una vez que la rana se enferma, ésta empieza a presentar signos de letargo, posturas anormales, comportamientos no naturales, la piel pierde color o se enrojece y en la etapa más severa de la enfermedad podrían aparecer úlceras. En algunos casos, el animal no muestra signos y simplemente puede ser encontrado muerto.

 

En tierras altas

 

Para este estudio, se examinaron 244 anfibios de 41 especies pertenecientes a 10 familias de anuros y provenientes de seis sitios de muestreo de las tierras medias y altas (500-3000 msnm) de la Cordillera de Talamanca en Costa Rica; colectados entre los años 2007 y 2008, se analizaron para determinar la presencia de Bd en su piel mediante biopsias tomadas del parche pélvico y procesadas mediante los métodos de rutina para el estudio en histopatología.

 

Según el investigador, las infecciones ocurrieron en todos los sitios de muestreo y se determinó una prevalencia general correspondiente al 15% (36 especímenes). Cerca de la mitad de las especies y de las familias estudiadas presentaron al menos un individuo infectado. Las ranas terrestres presentaron más individuos con la presencia de Bd, especialmente las conocidas como ranas de hojarasca.

 

Los datos sugieren que se debe enfocar la atención en entender con más detalle los ambientes terrestres; sobre todo, en áreas donde el quitridio parece ser endémico. “Es definitivo, algunas especies podrían fungir como hospederos reservorios experimentando infecciones no virulentas. Además, en ambientes naturales, algunas partes del ciclo de vida del agente etiológico que no tienen relación con los anfibios permanecen sin explorar”.

 

Entre los años 2007 y 2008 se realizaron una serie de incursiones en la cordillera de Talamanca, con el fin de realizar un estudio sobre la diversidad de herpetofauna, así como la presencia del Bd en la zona. “Una de las hipótesis más fuerte que se maneja es que este agente patógeno en muchas de las áreas protegidas es el responsable de la declinación de distintas especies de anfibios”, explicó Alvarado.

 

No solo Bd

 

El investigador es del criterio que existen otros elementos que contribuyen al declive de las poblaciones como lo es el uso de los plaguicidas en el Caribe de nuestro país. “Los investigadores del IRET-UNA ya habían identificado la presencia de plaguicidas en la región Caribe, los cuales se elevan y son transportados por los vientos a las zonas altas”, detalló Alvarado. Para el científico, otro factor que podría repercutir en la disminución de anfibios, en especial las ranas, se relaciona con las variables ambientales a nivel de micro hábitat.

 

Esto ha llevado a los expertos a iniciar un estudio denominado La complejidad de las declinaciones poblacionales de anfibios: un enfoque multidisciplinario en búsqueda de una respuesta. Por otro lado, Alvarado comentó que en los próximos meses se presentarán los resultados del estudio de declinación de anfibios en todo el parque internacional La Amistad, incluyendo a Panamá. Otras investigaciones sobre la existencia de Bd se han realizado en el Parque Nacional Braulio Carrillo y la península de Santa Elena por parte de la Escuela de Biología de la UCR.

 

El especialista añadió que a nivel mundial el Bd está reportado en muchos países entre ellos Australia, Panamá y Costa Rica. “Los nuevos estudios sugieren analizar las diversas cepas del Bd, ya que al parecer existen cepas del patógeno más agresivas que complicarían en menor tiempo la salud del animal”, recalcó Alvarado.