Investigan nueva forma de inmunoterapia para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer
USACH/DICYT Las actuales terapias para el cáncer atacan directamente las células cancerígenas mediante el uso de agentes terapéuticos como sustancias químicas tóxicas y radiación. Sin embargo, las células cancerígenas no siempre son eliminadas por estos tratamientos y son capaces de hacer reaparecer la enfermedad en el mismo lugar del primer tumor o en otros tejidos, proceso conocido como metástasis.
Para evitar estas recurrencias, se ha intentado generar una terapia que tiene por objetivo hacer que el propio organismo -a través de su mecanismo de defensa contra la enfermedad y especialmente por las células encargadas de ello, los linfocitos citotóxicos (células especializadas que pueden "matar" a las células nocivas) reconozca a las células cancerígenas como extrañas y vuelque una repuesta contra ellas para erradicarlas, porque éstas son capaces de inhibir la respuesta que el cuerpo genera contra ellas, impidiendo que el cáncer sea atacado.
Ante esta situación, el recientemente adjudicado Proyecto Fondecyt, "Mejoramiento de la inmunoterapia contra el cáncer mediante la inducción de presentación cruzada de antígenos", a cargo del investigador Claudio Acuña, estudiará la forma de mejorar las condiciones de personas con cáncer, dándole estímulos para que "pueda ocurrir el fenómeno de presentación cruzada de antígenos, clave para que los linfocitos sean capaces de reconocer las células cancerígenas y atacarlas".
Según explica el académico de la Facultad de Química y Biología de la Usach, el proyecto no espera revertir el cáncer, sino "principalmente tener un tipo de vacunación que permita mejorar la calidad de vida de los pacientes a largo plazo", y en el mejor de los casos, generar una terapia complementaria a las convencionales.
Quienes estén desarrollando un cáncer en una etapa que aún pueda ser contrarrestada, podrían utilizar esta terapia que funcionaría de la misma manera que una vacuna, provocando la activación de la respuesta inmune y con ello una mejor defensa del organismo ante las células cancerígenas.
"Primero nos enfocaremos en la optimización del desarrollo de la metodología a utilizar en términos molecular y celular, o sea, cómo vamos a facilitar que nuestro tratamiento induzca el mecanismo de presentación cruzada de antígenos para su correcta exposición a los linfocitos encargados de destruirlas, los linfocitos T citotóxicos. Una vez que mejoremos estas condiciones, permitiremos y evaluaremos si ocurre el reconocimiento de las células tumorales como células extrañas al organismo en un modelo animal, para ver si ellos son capaces de responder, protegiéndose de la enfermedad", comenta el investigador Claudio Acuña, quien trabajará junto a tres científicos por cuatro años, y espera la incorporación de, por lo menos, dos a tres tesistas de pregrado por año.