Salud España , Salamanca, Miércoles, 28 de febrero de 2007 a las 17:33

Investigadores salmantinos intentan construir un diagnóstico del "síndrome de la mujer maltratada"

Presentan en un curso extraordinario sobre violencia de género las conclusiones de un estudio neuropsiológico sobre malos tratos

JPA/DICYT Investigadores del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de Salamanca tratan de profundizar en el estudio neuropsicológico del maltrato para definir los síntomas que permitirían construir un diagnóstico de lo que podría llamarse el "síndrome de la mujer maltratada" como afección específica y diferente de cualquier otra. En el marco del curso extraordinario Sociedad, violencia y mujer III: respuesta social, ¿realidad o proceso? se han expuesto hoy las conclusiones de una investigación que demuestra que existen secuelas específicas en las víctimas de violencia de género.

 

Miguel Pérez Fernández, doctor de la Facultad de Psicología y director del Centro de Estudios sobre Violencia, ha explicado hoy a DICYT que la investigación, presentada hace pocos días ante los medios de comunicación, "abre una línea de trabajo muy importante que debe ser corroborada o refutada por otros científicos", pero que debe desembocar en la definición concreta de los síntomas de una afección específica que podría denominarse "síndrome de la mujer maltratada".

 

En todas las mujeres maltratadas que participaron en el estudio se encontró un rendimiento inferior de las funciones cognitivas en relación a la memoria, la atención, la concentración o la conceptualización del habla. "A lo largo de su vivencia del maltrato han tenido que estar alerta de manera constante, y eso se traduce ahora en un déficit de atención. Lo mismo pasa con la memoria, que representaba para ellas una carga emocional negativa y, como el cerebro tiende a olvidar, se ha reducido la capacidad nemotécnica de las afectadas. Es como si el cerebro hubiera aprendido que la mayor parte de los recuerdos van a ser siempre negativos y diese la orden de olvidar", explica Miguel Pérez.

 

Este estudio, basado en la ejecución de la Batería Luria DNA, uno de los instrumentos más prestigiosos para el examen neuropsicológico, demuestra de manera científica que existen trastornos concretos comunes a todas las mujeres maltratadas que nada tienen que ver con otras dolencias como el estrés o la depresión. Los investigadores dejan claro que no se puede demostrar una relación causa-efecto, pero "igual que se deduce la relación entre consumo de tabaco y cáncer de pulmón, en este caso podemos deducir la relación entre el maltrato y la presencia de estos síntomas", que son específicos y que hasta el momento nadie había investigado. Por lo tanto, se ha creado al mismo tiempo una nueva herramienta para detectar los malos tratos.

 

Hasta ahora, el diagnóstico no era el adecuado y, por lo tanto, los tratamientos fracasaban, pero tras esta investigación, liderada por Miguel Pérez en colaboración con las psicólogas Luisa Velasco y Ana Victoria Torres, se sientan las bases para la definición concreta de los síntomas que catalogarían este nuevo síndrome. Este descubrimiento resulta "importante y necesario" en la lucha contra la violencia de género, según el profesor, que sin embargo está convencido de que el aspecto "decisivo" para su erradicación es la educación.