Alimentación España El Barco de 脕vila, Ávila, Jueves, 23 de julio de 2009 a las 14:30

Investigadores de la UNED estudian la relaci贸n entre el tacto activo, la memoria y la respuesta cerebral

Un curso de verano sobre el envejecimiento cognitivo y cerebral presenta los proyectos de investigaci贸n en la materia

MEG/DICYT Analizar las respuestas cerebrales y conceptuales a partir de la percepción de las texturas de los objetos mediante el tacto activo, medir la actividad cerebral en personas mayores ante la repetición de objetos familiares y no familiares y estudiar las diferencias de los resultados en sujetos jóvenes y mayores son algunos de los objetivos de SOMAPS, un proyecto europeo de investigación en el área de las neurociencias financiado por la Comisión Europea y en el que trabajan varias universidades europeas, entre ellas la UNED. Esta investigación, junto a otras que se están desarrollando en la actualidad, se expuso en el curso de verano de la UNED que se celebra esta semana en El Barco de Ávila, y que lleva por título ‘Envejecimiento cognitivo y cerebral’.

 

Este proyecto estudia cómo los patrones complejos de estimulación de nuestra piel son procesados por el sistema nervioso central y cómo nuestras memorias y emociones pueden influir en la percepción resultante. El proyecto toma su nombre del campo de la percepción somática, el cual trabaja con sensaciones tales como el tacto, la temperatura y el dolor. Los resultados de esta compleja investigación darán lugar a aplicaciones prácticas en psicología, medicina, realidad virtual y en el diseño de productos útiles para la vida diaria.

 

La directora del curso y catedrática de Psicología Básica en la UNED, Soledad Ballesteros, explicó que el proyecto se encuentra en su tercer y último año. Bajo la coordinación de Ruppert Höltz, cinco grupos de investigación se pusieron en marcha en 2007, tres alemanes, uno holandés y el grupo español, cada uno de ellos centrado en un aspecto distinto.

 

“Nuestro grupo está estudiando la percepción de las texturas a través del tacto y los sentimientos que te generan ciertas texturas”, para lo que “realizamos experimentos en los que medimos las respuestas de los sujetos” y la actividad cerebral, a través de la electroencefalografía. Con los mayores, continuó la catedrática, “estamos viendo la respuesta cerebral ante la repetición de objetos, ya sean familiares, como una pastilla de jabón, un peine o un tenedor, o no familiares, que para ellos no tienen sentido”. Se trata de “averiguar si se producen distintos tipos de respuesta en función del tipo de objeto”, tanto en el campo conceptual como cerebral, en concreto determinar “si se produce un aumento de la actividad en la banda de frecuencia gamma” cuando presentan objetos no familiares y una reducción en los familiares. Además, “también vemos si hay diferencias entre los resultados de los jóvenes y los mayores”.

 

Proyecto Agnes
Soledad Ballesteros será una de las investigadoras que pongan en marcha el proyecto Agnes, un proyecto de la UE cofinanciado por el Ministerio de Industria que acaba de ser concedido y que se iniciará en septiembre con la participación de 6 países. “Está dirigido a la construcción de artilugios para prevenir el deterioro cognitivo en las personas mayores, y que éstas puedan vivir más tiempo en su domicilio manteniendo las redes sociales”, explicó la catedrática. A través de sofisticados dispositivos, los mayores que vivan solos estarán conectados con sus familiares o sus iguales y tendrán un seguimiento médico con los objetivos de que “puedan mejorar sus habilidades cognitivas, retrasen los problemas asociados al envejecimiento y no se sientan aislados”. Ballesteros detalló que el sistema “es complejo”, ya que se pretende “tener cámaras en distintas zonas de la casa” y que, a través de aparatos, “se puedan obtener imágenes de la cara del sujeto y realizar análisis sobre sus sentimientos, como ver si están tristes o si se sienten solos”, añadió.

 

El grupo de la UNED se centrará en la evaluación de las habilidades cognitivas de los sujetos antes y después del experimento para “ver si hay cambios y de qué tipo” y comprobar así la efectividad del sistema, que antes pasará por estudios piloto.

 

El control de la atención
El estudio de la atención es el concepto clave para estudiar los procesos cognitivos, al ser el más se deteriora en el envejecimiento. A ello dedicó su ponencia, también dentro de este curso de verano de la UNED, el catedrático de Psicología Luis J. Fuentes.

 

El individuo es ‘bombardeado’ a lo largo de su vida por señales sensoriales provenientes tanto del interior como del exterior, pero la cantidad de información entrante excede la capacidad de nuestro sistema nervioso para procesarla en paralelo. Para ello es necesario un mecanismo neuronal que regule el organismo, seleccione y organice la percepción, permitiendo así que un estímulo pueda dar lugar a un impacto. Eso es la atención, explica Fuentes, cuya capacidad no se ciñe únicamente a regular la entrada de información, también está implicada en el procesamiento de dicha información. Los pacientes con hipertensión arterial, demencias del tipo Alzheimer o pacientes con lesiones cerebrales “presentan multitud de déficit atencionales”, subrayó.

 

Podemos superar esa limitación de atención practicando. Desde una aproximación neurocognitiva, se equipara al concepto de visión, y se entiende la atención como un sistema cognitivo compuesto por redes neuronales. En el desarrollo normal del individuo se ven afectados varios componentes de esas redes, pero no todos. Por ello, ejercitando la mente podremos imponernos a esa dificultad, aseguró el catedrático.