Identifican en Túnez el cráneo de uro más antiguo del mundo
IPHES/DICYT La prestigiosa revista Quaternary Science Reviews acaba de publicar en su web el hallazgo de un cráneo de toro moderno, Bos primigenius, el famoso uro, siendo el fósil de esta especie más antiguo del mundo, con una cronología de unos 700.000 años, y que fue encontrado en 2008 en el yacimiento de Oued Sarrat, en la provincia de El Kef (Túnez). Después de un largo proceso de estudio se da cuenta de ello en un artículo cuyos autores principales son Bienvenido Martínez-Navarro, paleontólogo e investigador ICREA (Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats) en el IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social), con sede en Tarragona, y Narjess Karoui-Yaakoub, del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias de Bizerte (FSB) en la Universidad de Cartago. Además, este fósil, que actualmente se encuentra expuesto en el Museo de la Oficina Nacional de Minas de Túnez, ha sido restaurado por Gala Gómez-Merino, técnica del IPHES.
Conjuntamente con Bienvenido Martínez-Navarro y Narjess Karoui-Yaakoub, firman el artículo otros veintiún colaboradores más. El trabajo se titula "The early Middle Pleistocene archeopaleontological site of Wadi Sarrat (Tunisia) and the earliest record of Bos primigenius" (El yacimiento arqueopaleontológico del Pleistoceno medio basal de Oued Sarrat (Túnez) y el regístro más antiguo de Bos primigenius).
El yacimiento de Oued Sarrat y el cráneo fueron descubiertos por Abdelhak Othmani, profesor de física en la Facultad de Bizerte (FSB), y gran aficionado a la prehistoria y a la paleontología. Aunque al principio no se supo a qué tipo de especie correspondía el fósil, una vez restaurado se pudo ver con claridad que se trataba de un uro, de un tamaño exageradamente grande, incluso más que las formas más grandes de esta especie localizadas en Europa, y que es el ancestro de los toros actuales, pues presenta unos núcleos óseos (cuernos sin la cubierta de queratina), con una longitud cada uno de ellos de más de un metro, 112 cm, y una circunferencia de 39 cm en la base. La anchura del cráneo a la altura de las órbitas es de 30 cm y la máxima entre los puntos más externos de la curva de los núcleos óseos es de 130 cm. La masa calculada para el individuo que portaba este cráneo sobrepasa ampliamente los 1.000 kg, pudiendo llegar hasta 1.300 ó 1.400 kg.
Los resultados de las investigaciones muestran que el nivel negro de origen lacustre-palustre de Oued Sarrat donde se encontró el cráneo de toro, tiene una extensión de más de 5 km de longitud, por donde discurre el actual cauce del río Sarrat. Presenta afloramientos con restos de fósiles de vertebrados, en los que se incluye además de toros, otros grandes mamíferos como rinocerontes, équidos, hipopótamos, cerdos o antílopes, y gran cantidad de roedores y otros pequeños vertebrados como peces, anfibios, reptiles y aves, así como industrias líticas achelenses, a lo largo de toda su superficie aflorada. Tiene una cronología aproximada, basada en datos paleomagnéticos y biocronológicos, de unos 700.000 años de antigüedad.
“Esta cronología es muy importante, pues convierte el cráneo de toro de Oued Sarrat en el fósil más antiguo de Bos primigenius jamás encontrado en el mundo”, asegura Bienvenido Martínez-Navarro. Este dato, se enmarca precisamente en la nueva idea publicada por este mismo investigador y colaboradores en diversos artículos a partir de 2007 referente a que el origen de los toros se encuentra en África y no en Eurasia, como se suponía.
Así consideran que los toros evolucionan a partir del búfalo africano gigante de Olduvai, Pelorovis oldowayensis, y dan origen a un toro moderno, pero con características anatómicas aún primitivas, como el que fue encontrado y publicado en 2010 por el mismo Martínez-Navarro, el profesor Lorenzo Rook de la Universidad de Florencia y otros colaboradores, en el yacimiento eritreo de Buia, junto al mar Rojo, datado en un millón de años y llamado Bos buiaensis. “Esta última forma da origen a los toros totalmente modernos de la especie Bos primigenius, cuyo representante más antiguo es el de Oued Sarrat”, puntualiza Martínez-Navarro.
En la dieta humana desde el principio
“De esta manera –añade- se puede decir, que los toros evolucionan en África, en los mismos ambientes que nuestros antepasados, forman parte de la dieta de los humanos desde el principio, y se dispersaron paralelamente con ellos en los momentos en que la cultura achelense conquistó el norte de África y luego Eurasia, a partir del tránsito del Pleistoceno inferior al medio, en torno a 700.000-800.000 años”.
Al igual que el cráneo que ahora se hace público, el yacimiento de Oued Sarrat, en la provincia de El Kef (Túnez) fue descubierto por Abdelhak Othmani. Cuando éste mostró el fósil a la profesora Narjess Karoui-Yaakoub, paleontóloga del Departamento de Geología de la misma facultad, vio el interés del hallazgo, y a través de un paleontólogo francés, el Dr. Pierre-Elie Moullé del Museo de Menton en los Alpes Marítimos, contactó con Bienvenido Martínez-Navarro y Robert Sala, arqueólogo este último y también investigador del IPHES y profesor titular de prehistoria en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona.
Colaboración científica y académica
Dada la importancia del descubrimiento, y después de una primera toma de contacto con el fósil y con el yacimiento en marzo de 2009, se estableció un programa de colaboración científica y académica entre el IPHES y la FSB, así como un proyecto de investigación para el estudio del yacimiento de Oued Sarrat, codirigido por B. Martínez-Navarro y N. Karoui-Yaakoub, que está contribuyendo a formar estudiantes tunecinos en Tarragona y a desarrollar las investigaciones del cuaternario en Túnez. En dicho programa han participado, además, científicos de otras instituciones tunecinas, como las universidades de Túnez y de Sfax y la Oficina Nacional de Minas, y españolas, como la Autónoma de Barcelona (UAB), la de Málaga y el Museo de Prehistoria y Paleontología de Orce.
Campañas de excavación
Durante los últimos años se han realizado dos campañas de excavación intensivas en Oued Sarrat, una en 2011 y otra en 2013, financiadas por los ministerios de Economía y Competitividad y por el de Asuntos Exteriores, en las que también ha contribuido la Facultad de Ciencias de Bizerte y la Oficina Nacional de Minas de Túnez, además de otros trabajos de campo y de laboratorio. “Los resultados hasta la fecha han sido muy satisfactorios”, observa Martínez-Navarro.
“Por un lado –cuenta dicho paleontólogo- se ha avanzado ampliamente en el conocimiento de la geología y cronología de la cuenca, y por otro, se ha documentado ampliamente su registro arqueológico y paleontológico, revelando la presencia de una asociación faunística con industrias líticas achelenses en un nivel de color negro de origen lacustre-palustre, correspondientes a la base del Pleistoceno medio, en una edad aproximada de 700.000 años de antigüedad, y otra más reciente, en niveles fluviales marrones y grises, del Pleistoceno superior, con fauna e industrias aterienses, típicas del norte de África, de hace entre 30.000 y 70.000 años”.
Referencia bibliográfica | |
Martínez-Navarro, B., Karoui-Yaakoub., N., Oms, O. et al., "The early Middle Pleistocene archeopaleontological site of Wadi Sarrat (Tunisia) and the earliest record of Bos primigenius", Quaternary Science Reviews (2014). |