Nutrition Spain , Burgos, Thursday, February 10 of 2011, 13:43

"Hay que concienciar a las empresas que los derechos de emisión de CO2 tienen un valor económico"

El profesor de la Universidad de Burgos Carlos Larrinaga muestra en el Parlamento Europeo una investigación sobre contabilización de estos derechos

Antonio Martín/DICYT Emitir CO2, el principal gas de efecto invernadero que vertemos a la atmósfera, no es gratis para las empresas. Generalmente, está obligadas a gestionar un número de bonos (también conocidos como derechos o créditos), que representan el derecho a emitir una cantidad determinada de residuos y pueden comercial con ellos. Este sistema, diseñado para hacer frente al cambio global, ha provocado que las empresas que cumplen con menos emisiones de las asignadas dispongan de un nuevo valor económico que cotiza al alza en los mercados de valores. Y muchas veces, sin embargo, no saben cómo declararlos en sus estados financieros. Así lo refleja una investigación europea, en la que participa un profesor de la Universidad de Burgos. Carlos Larrinaga mostró esta semana los resultados del trabajo científico en el Parlamento Europeo.

 

El informe, que firman Heather Lovell, Thereza Sales de Aguiar, Jan Bebbington (de las universidades británicas de Edimburgo, Glasgow y Saint Andrews) y el propio Larrinaga, investiga cómo los grandes emisores que operan en el sistema de mercado de emisiones de la Unión Europea reflejan en su contabilidad de derechos que emplean o con los que comercian. La investigación incluye un estudio detallado de los estados financieros de 26 grandes compañías y entrevistas telefónicas con los contables de cinco de estas empresas.

 

"Pretendimos examinar cómo se divulgan estos derechos de emisión por parte de las empresas", explica a DiCYT Carlos Larrinaga. Al menos en teoría, estos bonos deben estar reconocidos en los documentos contables. "Sin embargo, la mayor parte de las empresas no informan de su posesión o uso y cuando lo hacen, no existe una uniformidad entre ellas". Los investigadores se han encontrado que los derechos aparecen en los informes financieros bajo multitud de figuras: activos intangibles, existencias, valorados al coste o al precio de mercado, reconocidos en el pasivo o en las provisiones, inexistentes...

 

El mercado europeo de emisiones comenzó en 2005, pero, desde su creación, "no ha habido reglas firmes sobre cómo dar cuenta de los derechos de emisión", explica Larrigana. Esto explica la diversidad de consideraciones que este valor tiene para la empresas. Para los responsables, "la investigación busca dar con una solución a un problema que más que medioambiental, es económico". Larrinaga defendió en Bruselas el proyecto de investigación en un acto con representantes del mercado europeo, empresas emisoras y asesorías de contabilidad invitado por el portavoz del Grupo Verde Philippe Lamberts. La la tiene ausencia de normativa comunitaria o internacional lastra el registro de esta actividad, pero no ocurre lo mismo en España. "Curiosamente, sí tiene una norma, ya que la entidad reguladora promulgó una interpretación a la que se deben acoger las empresas", añade el profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Burgos.

 

Un mercado de 100.000 millones de euros

 

En consecuencia, el derecho de emisión de gases de efecto invernadero es percibido, "como algo gratuito, algo que no tiene valor, pero no es así. Mientras lo detentas, se debe valorar en el balance". Larrinaga cree que valorando estos derechos, que son objeto de compraventa en mercados de valores específicos y, por lo tanto, suponen un intercambio económico para las empresas e intermediarios, "se pretende dar transparencia al mercado de derechos de emisiones", pero, especialmente, "se pretende concienciar a las empresas, porque los derechos tienen un valor económico". Y es un valor emergente. Este comercio, a nivel mundial, recuerda el experto, supone un movimiento de 100.000 millones de euros al año, lo que equivaldría al 10% del Producto Interior Bruto de España. Cada año, además, se recortan los derechos para obligar a las empresas a un esfuerzo de sostenibilidad ambiental, por lo que es previsible que su valor siga al alza.

 

El registro contabilidad del carbono, refleja el estudio Accounting for Carbon (contabilidad del carbono, en castellano) debe proporcionar información sobre el impacto de las políticas de cambio climático (especialmente las relativas a las reducciones de carbono) La situación actual, prosigue, no es satisfactoria para las empresas individuales, así como usuarios actuales y potenciales de la información del informe financiero. Los expertos prevén que con la globalización de los mercados de carbono en el horizonte, un método de contabilidad de los derechos de emisión del dióxido de carbono en la Unión Europea tendrá cada vez mayor relevancia internacional.

 

El grupo de investigadores prevé nuevos trabajos en este campo del conocimiento en un futuro inmediato. "Pretendemos realizar exámenes prácticos de divulgación de estos derechos en las empresas y, como parece que se prepara una norma internacional a este respecto, queremos comprobar si se cumple". Europa fue pionera en dotarse de un sistema de comercio de derechos de emisión y, en estos momentos, diferentes estados del oeste de Canadá y Estados Unidos plantean algo parecido en su ámbito de acción.