Hallan seis nuevas especies de helechos en la Isla del Coco
UNA/DICYT La expedición realizada en enero pasado tenía como objetivo muestrear hasta el último rincón posible de la isla para tener datos más exactos, pero el destino les deparó encontrar seis nuevos tesoros. Con brújula y mapa en mano y los instrumentos necesarios, el joven científico Alexander Rojas Alvarado y su asistente José Miguel Chaves Fallas, se adentraron en el bosque, hasta llegar a las nacientes de los ríos Chatham, Genio e Iglesias. Desde ahí, la ruta se encaminó por el costado norte de la fila Pelón, y las mesetas Oriental y Occidental.
El extenuante recorrido y el esfuerzo puesto en la misión tuvo finalmente su recompensa y la más profunda satisfacción que puede obtener un científico, especialmente un botánico, descubrir seis especies nuevas, dos nuevos híbridos y tres nuevos registros de plantas, un hallazgo que no solo engrosará la lista de especies terrestres en la Isla del Coco, este parque nacional ubicado en el Océano Pacífico, sino en la lista mundial de especies vegetales.
Alexander Rojas, quien es doctor en Ciencias Biológicas y especialista en taxonomía (clasificación) de helechos, ha trabajado desde hace más de 15 años con este grupo de plantas.
Los helechos, según explicó son plantas que no tienen flor ni semilla y se reproducen mediante esporas, que son los granitos oscuros en las hojas. Estas plantas proliferan en lugares húmedos o ras del suelo o colgando de ciertos árboles. Sirven de alimento para insectos y otros animales forrajeros y son vitales para prevenir la erosión del suelo.
Los helechos constituyen el 25 por ciento de la vegetación de la Isla del Coco y de ellas al menos el 30 por ciento son especies endémicas, de ahí la importancia de estudiarlas para fines académicos, médicos, ornamentales, y por supuesto para protección de la flora.
Nuevos tesoros
Alexander Rojas Alvarado, biólogo y académico de la Universidad Nacional, comentó que estas especies nuevas son de los géneros Blechnum, Danaea, Grammitis, Lellingeria, Polybotrya y Thelypteris. Los híbridos nuevos son de los géneros Cyathea y Tectaria y los nuevos registros son Hymenophyllum abruptum, Thelypteris dentata y Thelypteris opulenta.
Según comentó Rojas, algunos de los registros tienen particularidades muy especiales, porque van más allá del descubrimiento de una nueva especie, como es el caso de la especie nueva del Grammitis que no tiene el margen de la lámina esclerenquimático (tejido duro y de color oscuro) y las escamas del rizoma (equivalente al tallo en plantas con flores) son clatradas (se observan como una malla). “Esto es una novedad para el género que podría dar información valiosa sobre su evolución y relaciones filogenéticas con otros grupos”, indicó.
Los ejemplares de Hymenophyllum abruptum presentan un soro (agrupación de esporangios que contienen las esporas) más cónico e incluso a veces un receptáculo (base sobre la que están adheridos los esporangios) exerto, similar al género Trichomanes, otro integrante de la misma familia, lo cual es información muy importante sobre la evolución y los límites morfológicos entre ellos.
Finalmente, Thelypteris dentata, es una especie exótica de origen europeo que ha invadido con gran éxito las zonas abiertas en el continente americano y ya ha logrado instalarse en la Isla, de igual forma lo ha hecho la especies Macrothelypteris torresiana otro helecho altamente agresivo que podría desplazar a algunas de las especies endémicas de la Isla.
Otros descubrimientos
Los nuevos híbridos, comentó Rojas, también dan información importante sobre uno de los mecanismos más utilizados por los helechos en la generación de nuevas especies como lo es la hibridización, que permite crear especies con características particulares y en un periodo de tiempo relativamente corto.
En una nueva expedición realizada entre junio y julio del presente año, trabajo efectuado con la colaboración del estudiante Andrés Carvajal Marrero, ha tenido como objetivo la elaboración de parcelas (áreas de medidas establecidas, para este caso 30 x 30 metros) para poder conocer la diversidad, abundancia y distribución de las especies de helechos en la Isla del Coco.
Con las actuales investigaciones se ha descubierto que existen varias especies de helechos que están en peligro de desaparecer de este lugar maravilloso, algunas de ellas son abundantes en continente, pero en la isla son muy escasas y algunas de ellas con distribución muy restringida y representadas por muy pocos individuos. La información anterior es de mucha importancia para el Área de Conservación Marina Isla del Coco, para poder establecer estrategias de protección.
Otro descubrimiento que se ha logrado entre la visita anterior y esta ha sido el descubrimiento de tres híbridos en los géneros Cyathea, Polybotrya y Tectaria. El segundo particularmente (Polybotrya), pese a que aproximadamente el 90% de los esporangios producidos son colapsados y sin esporas, ya ha alcanzado reproducirse por sí mismo, situación que ha sido corroborada en las parcelas, ya que alrededor de cada individuo adulto aparecen varios individuos juveniles, esto indica que ya se comporta como especie independiente, proceso que no ocurría hace 14 años cuando Rojas visitó la isla por primera vez, es decir, que ha tenido la posibilidad de ver el nacimiento de una nueva especie.
El proceso de hibridización y la formación de especies a partir de ellos es un elemento relativamente poco comentado a nivel insular, un proceso que el mismo Charles Darwin no pudo observar en las Islas Galápagos cuando formuló la teoría de la Evolución. Aquí se pone de manifiesto que este es un proceso importante a nivel insular y especialmente en helechos, ya que los híbridos tienen la posibilidad de encontrar micro-hábitats vacíos que pueden colonizar, y como en las islas hay menor cantidad de especies y por lo tanto menos competencia, un híbrido puede prosperar con mayor facilidad.
Una buena y una mala
Nunca es bueno dar malas noticias. Pero como en toda expedición siempre hay buenas y malas noticias. La mala, según indicó Rojas es que aparentemente han desaparecido ya dos especies de helechos nativos, ambas de hábitat terrestre y que solo se habían colectado en los costados del Cerro Jesús Jiménez que dan con los llanos Palo de Hierro (Cerro del Tesoro), uno de los sitios más deteriorados producto de la actividad que ejercen los cerdos.
La buena noticia, comentó, es que se pudo ingresar a la Meseta Occidental, así denominada por Rojas y Chaves, sitio donde aparentemente no había sido muestreada por otros botánicos, con la gran noticia de que aparentemente esta región no ha sido invadida por los cerdos, producto probablemente de barreras naturales como la pendiente y los matorrales de helechos dominados por
Dicranopteris pectinata. “Al observar los bosques que aquí existen nos llenó de emoción por haber encontrado la vegetación más prístina en toda la isla”.