Alimentación España , Salamanca, Viernes, 03 de julio de 2009 a las 10:56

Geólogos de varios países inician en Castilla y León un estudio sobre cadenas montañosas arqueadas

Más de 20 grupos de investigación buscan las causas de que muchos sistemas montañosos del mundo tengan forma curvada

José Pichel Andrés/DICYT El Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca participa en la coordinación de un proyecto de investigación internacional que acaba de dar sus primeros pasos. A lo largo de los próximos cinco años, los científicos estudiarán en varios continentes cadenas montañosas que presentan formas curvadas, tratando de identificar los procesos que han dado lugar a esta forma. La iniciativa está avalada por el IGCP (International Geological Correlation Program), que trata de reunir a geólogos de diversos países para comparar procesos que suceden en muchos lugares. La forma de trabajar se basa en la organización de jornadas que mezclan la forma clásica de un congreso con excursiones largas en las que los expertos trabajan sobre el terreno y la primera de estas reuniones ha tenido lugar en en Oeste de Castilla y Léon (Salamanca, Zamora y León) y Asturias.

 

“Nuestro principal laboratorio son las rocas, podemos traer fragmentos y discutir sobre ellos, pero es en el campo donde se ven las relaciones entre unas y otras”, afirma Gabriel Gutiérrez-Alonso, investigador de la institución académica salmantina y uno de los responsables del proyecto. Además, “los geólogos son mejores profesionales cuantas más rocas han visto, porque tienen más capacidad para reconocer en otros lugares los mismos procesos que las originan”, añade.

 

Muchas ideas de esta iniciativa internacional parten de un proyecto español anterior en el que participaba la Universidad de Salamanca que pretendía estudiar las montañas que se generaron en el Oeste de Europa hace unos 330 millones de años, que presentan una forma curvada que se denomina arco iberoarmoricano. “El origen de esa curvatura ha sido muy debatido por los geólogos, sobre todo por los que han trabajado en la zona donde se aprecia mucho más, que es justo en el centro del arco, en la Cordillera Cantábrica”, señala.

 

Paleomagnetismo

 

Los objetivos eran saber cuándo y cómo se formó, puesto que la cadena montañosa era lineal. Una de las técnicas que han usado los expertos y que volverán a utilizar en el nuevo proyecto es el paleomagnetismo, que registra la orientación del campo magnético en las rocas en un momento determinado. “Es como grabar una brújula dentro de las rocas”, apunta. Gracias a este sistema, los geólogos han podido demostrar que el sistema montañoso tenía una forma recta y después se curvó, además de determinar la fecha en la que sucedió.

 

La razón por la cual se produjo la curvatura tiene que ver con una explicación global, según la hipótesis que manejan los geólogos. La creación del supercontinente Pangea provocó cambios importantes en la parte más superficial del planeta. “Cuando había varios continentes, las placas litosféricas se mueven siguiendo determinandas pautas y recorridos, pero con la aparición de Pangea el comportamiento cambia, en particular, en el centro del supercontinente, donde se ubicaba el terreno que se corresponde con la actual Península Ibérica”.

 

Un proceso similar al que tuvo lugar hace 300 millones de años en el occidente europeo se observa hoy en los Cárpatos. Asimismo, otros lugares del mundo presentan cordilleras con forma curvada y algunos recibirán la visita de los investigadores de este proyecto: Panamá, Calabria (Italia) y Bolivia figuran ya en su agenda. En cada lugar, la explicación sobre la curvatura del sistema montañoso es diferente.

 

Hechos geológicos con repercusiones económicas
Uno de los aspectos más interesantes de este tipo de estudios son las consecuencias que tiene el hecho de que una cadena montañosa “se doble” en la litosfera, es decir, la capa pétrea de la superficie de la Tierra, que mide entre 150 y 200 kilómetros. “Tiene repercusiones a la hora de entender la formación de las rocas, pero se puede hablar incluso de implicaciones económicas”, asegura Gutiérrez-Alonso, ya que el proceso desestabiliza la corteza terrestre, provoca su hundimiento y forma parte de las rocas graníticas típicas del Oeste de la Península y mineralizaciones como las de oro o wolframio, que se encuentran de forma abundante en esta zona. Curiosamente, en otros lugares del mundo existen formaciones geológicas muy similares a la que presenta la zona de los Picos de Europa, por ejemplo, que son yacimientos de petróleo. Sin embargo, el llamado oro negro no se encuentra en las cadenas montañosas curvadas, aunque se den las condiciones originales similares. “El proceso por el cual se curvan los sistemas montañosos provoca que la zona en cuestión alcance ciertas temperaturas con las que los hidrocarburos se convierten en otros materiales”, comenta el experto.