Alimentación México , México, Miércoles, 24 de julio de 2013 a las 14:02

Estudios genéticos para preservar el venado de cola blanca

IPN obtiene la secuencia genética de 6 subespecies para su adecuado manejo en México

Agencia ID/DICYT El Centro de Biotecnología Genómica del Instituto Politécnico Nacional (CEBIOGEN-IPN) obtuvo la secuencia completa del genoma mitocondrial de seis subespecies de venado de cola blanca que hay en México y están en proceso de dos más, con esto asegurarían la integridad de la población por varias generaciones.

 

Al identificar las diferencias genéticas entre subespecies servirá para aportar evidencias que contribuyan al diseño de estrategias en el manejo y conservación del venado cola blanca (Odocoileus virginianus) en México, explicó la investigadora Pascuala Ambriz Morales, quien participa en este trabajo junto con la maestra Xóchitl Fabiola de la Rosa y el equipo del laboratorio de Biotecnología Animal de CEBIOGEN.

 

Hasta ahora, los resultados obtenidos en la investigación politécnica permitirán tener el conocimiento del componente genético de las diferentes subespecies de venado cola blanca, y proponer estrategias de manejo para la cacería deportiva y de conservación en las subespecies más susceptibles.

 

“Es importante reconocer las diferencias genéticas, ya que dentro del genoma de las subespecies podrá encontrarse una huella que permita de manera fácil y rápida identificar a cada una. Esto permitirá y facilitará su reconocimiento y la detección del movimiento de los venados fuera de su área de distribución, así como complementar mapas con las áreas naturales de distribución de la especie, o en caso de comercialización indebida y cacería furtiva”, detalló Ambriz Morales.

 

Las dos subespecies de mayor importancia en la cacería deportiva en el país son el venado texano (que se distribuye en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas), y el veracrucis (en Veracruz y Tamaulipas) las cuales resultaron ser genéticamente similares.

 

Por lo que la investigación planteó dos hipótesis, la primera, que ambas subespecies están emparentadas, ya que comparten rangos de distribución cercanos, la segunda, que debido a la importancia cinegética de estas, el movimiento de los venados ha propiciado la mezcla entre las dos subespecies. En cambio, la especie yucatanesis, exclusiva de Yucatán es altamente diferenciada del resto de las subespecies estudiadas incluso tienen rasgos genéticos únicos.

 

En México hay 14 subespecies de venado que se encuentran distribuidas a lo largo del territorio nacional, sus características son diferentes y esto depende de la región donde se encuentren, por ejemplo, las del norte son de mayor tamaño y tienen cornamentas (astas) más grandes y ramificadas con respecto a las del centro y sur.

 

Las características anteriores –señaló Ambriz Morales- son importantes ya que el venado de cola blanca es una de las especies más valuadas en la cacería deportiva, y de manera inadecuada se llevan a cabo movimientos de venado de la subespecie del norte hacia el centro y sur lo que pone en riesgo la integridad genética del mamífero.

 

Las muestras del material genético que han sido empleadas en la investigación pertenecen a venados provenientes de UMAS (Unidades de manejo para la conservación de la vida silvestre) y otras son de venados de vida libre, pero siempre se toma en cuenta que sean de la subespecie nativa de cada sitio. En el caso de los ejemplares de vida libre, el material lo proporcionan los habitantes de las comunidades.

 

“Los venados no se lastiman porque las muestras que se colectan son: pelo con folículo, astas (cornamenta), huesos, piel fresca o seca (sin curtir) de venados ya cazados. Las muestras de sangre se toman en el momento en que se les aplican a los venados vacunas (en el caso de UMAS intensivas donde se monitorean periódicamente los venados), pero en general con una buena muestra de pelo es suficiente”.

 

Cabe indicar que el venado cola blanca en su medio natural puede vivir de 15 a 20 años, la época de apareamiento es en diciembre y enero. Las crías nacen de julio y agosto, una hembra puede tener de una a tres crías, tanto machos como hembras alcanzan su madurez reproductiva al año y medio aproximadamente.

 

Se han observado disminuciones poblacionales en algunas regiones debido a la cacería furtiva, pero hasta el momento las poblaciones se encuentran estables. Una vez que concluya la investigación, los resultados serán entregados a las instancias correspondientes.