Medio Ambiente México , México, Jueves, 28 de julio de 2022 a las 07:43
COLUMNA | SOMOS MAMÍFEROS

Están calientitos durante todo su desarrollo

La evolución del huevo es uno de los procesos evolutivos más importantes en los seres vivos y de suma importancia en los vertebrados e incluso en los mamíferos

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT El momento de más vulnerabilidad de una especie es cuando se encuentra más indefenso, y esto ocurre durante sus primeras etapas de desarrollo, como es el caso de los huevos. Por lo que un método reproductivo que mantenga a la cría dentro de la madre por más tiempo de su desarrollo permitirá un mayor éxito reproductivo y un desarrollo más complejo.


La evolución del huevo es uno de los procesos evolutivos más importantes en los seres vivos y de suma importancia en los vertebrados e incluso en los mamíferos. Sí, existen especies de mamíferos que se han reproducido con huevos, tal y como conocemos a los de los anfibios, reptiles y aves. Otro grupo más evolucionado de mamíferos, considerado como la segunda radicación adaptativa de la clase, presenta lo que hemos denominado un pseudohuevo de los marsupiales. Posee todas las características del huevo, pero sin ser un huevo (ausencia de cascarón y placenta, pero presencia de corion). Dígase de manera llana, permanece dentro de la madre como un pseudohuevo hasta alcanzar el estado basal de un feto que pueda eclosionar (la madre lo pare) y desplazarse para llegar al pezón y continuar su desarrollo fuera del útero de la madre.


El tercer tipo y es con el que estamos más familiarizados, por ser el que está presente en el humano. Es el llamado placentado. En este tipo de reproducción es el único en el que existe un intercambio de fluidos en ambas direcciones, es decir, entre la madre y la cría. En todos sistemas reproductivos previos, una vez concebida la cría, ésta se encuentra en un sistema aislado del de la madre por una membrana (corion) o cascarón. Por lo que ya no existe incorporación de nutrientes provenientes de la madre o de alguna otra fuente, de hecho, no comparten intercambio de fluidos, como es el caso de la sangre.


En los placentados, la cría está completamente conectada a la madre a través del sistema sanguíneo, por lo que existe una fuerte interacción entre las dos criaturas y tienen intercambios de sustancias, aunque siempre en mayor proporción de la madre hacia la cría. También a diferencia del huevo, donde todos los nutrientes se deben de depositar junto con la cría en un momento determinado, en los placentados, los nutrientes se van proporcionando la cantidad conforme sean requeridos. Siempre teniendo prioridad la cría cuando los recursos son escasos.


La placenta es una estructura evolutiva única, al grado de que se asocia a diferentes características y procesos evolutivos que permite separar a un gran grupo de animales, los llamados verdaderos mamíferos (infraclase Placentalia). También conocidos como los Eutheria (las verdaderas bestias). La placenta es alantoica y junto con las crías son retenidas en el útero materno. El alantoides es una membrana extraembrionaria que circula al embrión entre el saco amniótico y el corion. Conforme avanza el desarrollo formará parte del cordón umbilical. En el caso de los huevos, esta misma membrana tiene funciones respiratorias y excretoras. En este grupo todas las especies son vivíparas y en la mayoría de los casos, se alimenta de leche materna por sí mismo.


La placenta es un órgano que se considera del tipo glandular y efímera, solamente presente en el útero y durante la gestación. Su función es proporcionar oxígeno y nutrientes a las crías y extraer los desechos a través del cordón umbilical. La placenta al igual que el cordón umbilical, el saco y líquido amniótico son estructuras accesorias del embrión debido a que provienen de las mismas células que le darán origen, siendo la membrana límite el corion, al igual que en un huevo de reptil o ave. La placenta se divide en dos componentes: una porción fetal, el corion frondoso y una porción materna o decidua basal. Entre los diversos tipos de especies de mamíferos se han encontrado cuatro tipos principales de placentas, las diferenciaciones y sus adaptaciones evolutivas serán tratadas por separado.


Como en la mayoría de los tetrápodos, en los placentados el proceso de apareamiento lleva a una fecundación interna y a un desarrollo del producto completamente dentro del interior del útero de la madre. El número de crías puede variar en función de la especie. Existen especies como el caso de los carnívoros que pueden tener hasta 10 crías, mientras que otros grupos como los primates (monos), artiodáctilos y perisodáctilos (caballos, antílopes, venados) por lo general solamente llegan a tener una cría por parto.


El número de crías que puede tener una hembra puede depender del número de pezones que tiene para amamantarlas y del cuidado parental que requieren. En el caso de los primates, las crías son muy dependientes de la madre, incluso para poder desplazarse de un lugar a otro, en las primeras etapas, la cría siempre estará sujeta a la madre.


Existen distintos tipos de estructuras reproductivas aún dentro del mismo grupo de los mamíferos, lo que conlleva a un desarrollo diferenciado de las crías. El común de la mayoría de las crías es la dependencia que tienen con sus padres, principalmente de la madre quien es la que le brindará los nutrientes y todo lo necesario para que sobreviva.

 

 

Autores
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).