Entre los pastos también hay mamíferos
Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Existen algunos ecosistemas que se caracterizan por encontrarse en grandes zonas planas, con un patrón de lluvias muy marcado, presentando un largo periodo de sequía. En los que la vegetación pareciera escasa, principalmente con la presencia de pastos y herbáceas, y en referencia a los arbustos y árboles su presencia es rala, nos referimos a las sabanas. Incluso el significado de la palabra sabana es “pastizal sin árboles”. Estos tipos de vegetación se ubican geográficamente en zonas tropicales y subtropicales, donde las temperaturas son elevadas, aunque existen algunas excepciones en los que pueden estar presentes en climas templados. Las principales sabanas se encuentran en África, Australia, Tailandia, Sudamérica e India.
Los pastos y herbáceas presentes en estos ecosistemas se caracterizan por su gran altura, que en condiciones de no pastoreo pueden alcanzar hasta los 3 metros de altura. Cuando pensamos en este tipo de ambientes, nuestra mente nos traslada a los paisajes de África y pensamos que los árboles tienen marcada distancia entre ellos. Sin embargo, la densidad arbórea en la sabana pudiera ser similar a la que se presenta en algunos bosques, pero el pastoreo de las especies herbívoras controla el desarrollo de las plántulas de los árboles. Otra característica importante, es la presencia estacional de las lluvias y como consecuencia de cuerpos de agua, mientras que en el periodo de secas son ambientes extremadamente áridos.
Las sabanas son el paraíso de las especies denominadas como ungulados (que tienen pezuñas), como son las gacelas, cebras, hasta los rinocerontes. La gran mayoría de los mamíferos que habitan allí son herbívoros, debido a la gran disponibilidad de pastos, aunque en menor grado algunas especies modificaron algunas estructuras, para explotar recursos de otro estrato de vegetación o nicho. Entre el tipo de vegetación que se explota por arriba de los pastos están el grupo de los árboles de las acacias. Pero esta especie se “ha armado” con espinas y un sofisticado sistema de seguridad antipredatorio. Sí, aunque no parezca las plantas se comunican y trabajan en equipo. Este sistema de seguridad consiste en que la primera planta consumida libera una sustancia que alerta a sus congéneres vecinos y entonces se comienzan a ennegrecer como resultado de la secreción de una sustancia tóxica para los consumidores. Pero, por sofisticado que parezca, esto no es impedimento para algunas especies de mamíferos como el búfalo cafre (Syncerus caffer), cebra (Equus quagga), ñu (Connochaetes gnou), jirafa (Giraffa camelopardis), gacela jirafa meridional (Litocranius walleri), entre otras. Estos mamíferos han desarrollado su sistema para contraatacar la defensa de las acacias. A las espinas las inutilizan porque poseen unos gruesos labios, el superior es prensil y el interior de su boca está cubierta por papilas que producen una saliva especialmente espesa, que ayuda a proteger su lengua para poder comer las hojas de la acacia sin miedo a lastimarse con las espinas. A las toxinas de la planta las controla su sistema digestivo que está provisto por proteínas microbiales, que les ayudan a neutralizarlas.
Las jirafas son un ejemplo muy interesante de varias modificaciones estructurales y fisiológicas que una especie puede tener para adaptarse a un hábitat. Las características que más destacan de esta especie es su lengua con una coloración oscura, que les protege de los rayos del sol debido a las muchas horas que pasan forrajeando, además la lengua funciona como un apéndice que selecciona las hojas entre las espinas de las ramas. La más característica es la de su largo cuello de hasta 5 metros que les ayuda a alcanzar las ramas más de su principal alimento. Derivadas de este largo cuello las jirafas también han modificado estructuras internas en varios de sus sistemas como el circulatorio y respiratorio.
Previamente habíamos mencionado que la sabana con sus planicies, pastos y marcados periodos de lluvia es el paraíso de los ungulados. Estas especies de mamíferos deben de estar en movimiento continuo para encontrar alimento, agua y los minerales que requieren para su sobrevivencia. Es por ello, que muchas de las especies de mamíferos que habitan allí, son de hábitos migratorios, debido a que se encuentran en la búsqueda de recursos disponibles. La combinación de tener que desplazarse grandes dilatancias y la estructura de los pastos, su principal alimento ha evolucionado en que muchas de las especies sean rumiantes. Los rumiantes son especies que consumen los pastos prácticamente sin masticarlos durante largos periodos de tiempo y después durante el periodo de descanso fisco realizan la maceración del alimento para poder digerirlo. Esta estrategia les permite alimentarse de plantas no necesariamente verdes y frescas y de todas maneras poder obtener un máximo de nutrientes. La migración de los ñu es una de las más características de las sabanas, son consideradas como impresionantes debido al gran número de individuos que se agrupan, los que se han contabilizado entre cientos y decenas de miles de individuos.
Con todos estos herbívoros alimentándose, las sabanas son el ambiente en el que se encuentra la mayor cantidad de carnívoros y las especies de mayor tamaño. Los carnívoros de las sabanas pueden ser altamente sociales, formando grupos muy estratificados y definidos o ser especies solitarias. En general, las especies de carnívoros de las sabanas tienen una coloración básica en tonos ocre, que se asemejan mucho con la tonalidad de la vegetación seca, lo que les permute camuflarse entre los pastos, agazapados y asechando a sus presas. La mayoría de los felinos cazan por medio de emboscadas, en las que esperan que las presas estén cerca y saltarán sobre ellas, mordiendo el cuello para cerrar las vías respiratorias y asfixiar a la presa. La gran mayoría de las presas cazadas son consumidas el mismo día, solamente dejando algunos despojos para las especies carroñeras como las hienas.
Las sabanas podrían parecer ambientes hostiles llenos de pastos y plantas espinosas, pero son ecosistemas que resguardan a una gran cantidad de mamíferos.