El tamaño del pico indica el sexo del pingüino de Galápagos

DICYT - En un estudio publicado en la revista ‘Endangered Species Research’, científicos de la Universidad de Washington han evidenciado que el tamaño del pico es un indicador perfecto del sexo de un pingüino de Galápagos. Más allá de la mera curiosidad, este hallazgo tiene especial relevancia ya que permite determinar, de forma rápida y precisa –sin la necesidad de tomar una muestra de sangre-, si el pingüino es macho o hembra, lo que acelera el estudio de este animal que se encuentra en peligro de extinción.

“Queríamos disponer de una herramienta simple que pudiéramos emplear para determinar el sexo de los pingüinos de Galápagos, un método que fuera rápido y fiable”, recuerda la autora principal del trabajo, Caroline Cappello, estudiante de doctorado en biología de la Universidad de Washington.

Los de Galápagos son los únicos pingüinos que viven en una región ecuatorial. Como todas las especies de pingüino y la mayoría de aves, carecen de genitales externos. Además, machos y hembras de pingüino de Galápagos se parecen mucho entre sí y comparten la crianza, la incubación de los huevos y la cría de la descendencia. Aunque los machos tienden a ser ligeramente más grandes que las hembras, todos estos aspectos dificultan la determinación de su sexo.

Aunque es posible realizar pruebas de ADN para conocerlo, estas requieren de una muestra de sangre de cada individuo, un proceso invasivo y que consume mucho tiempo. “Al encontrar un rasgo característico del sexo, lo podríamos utilizar en nuestros estudios de campo sobre si las condiciones climáticas cambiantes afectan a los pingüinos de Galápagos macho y hembra de manera diferente”.

Para buscar este rasgo específico del seco, entre 2010 y 2014 la autora principal y el profesor de biología P. Dee Boersma realizaron mediciones corporales en campo de 61 pingüinos adultos de Galápagos, incluidas el tamaño de la cabeza, la longitud de la aleta, la longitud del pie y media docenta de medidas del pico y sus plumas circundantes. Boersma también obtuvo muestras de sangre de cada pingüino y las envió a Patty Parker, profesora de la Universidad de Missouri, para que determinara el sexo de cada individuo mediante una prueba de ADN.

Cappello comparó las medidas del tamaño corporal y los resultados de la prueba de ADN en un análisis estadístico para buscar características físicas que correlacionaran con el sexo del ave. Descubrió que los machos tenían picos ligeramente más gruesos en comparación con las hembras, medidos de arriba abajo. Utilizando solo esta característica, la investigadora pudo determinar correctamente el sexo de más del 95 por ciento de los pingüinos estudiados. Aunque este dato ha sido reportado en muchas otras especies de pingüino, es la primera vez que se evidencia mediante análisis genéticos para el de Galápagos.

	Referencia
	Cappello, C. D., y Boersma, P. D. (2018). Sexing Galápagos penguins Spheniscus mendiculus by morphological measurements. Endangered Species Research, 35, 169-173.