El rambután, fruta cultivada en Costa Rica para satisfacer mercados mundiales exigentes
TEC/DICYT Muchos nos preguntamos qué será el Rambután (Nephelium lappaceum). Lo que no sabemos es que es un producto ya conocido por la dieta de los costarricenses, que se consume fresco la mayoría de veces, y que popularmente le llamamos “mamón chino”, además actualmente es un producto que está orientado a satisfacer los mercados más exigentes, ya que se exporta a Centroamérica, Europa y Estados Unidos.
Consientes del potencial de esta fruta, los investigadores Sonia Barboza Flores y Marianela Gamboa Murillo de la Licenciatura en Agronegocios del Tecnológico de Costa Rica (TEC), con la colaboración del doctor Olman Quirós y el licenciado Luis Alfonso Sánchez Chacón de Escuela de Economía Agrícola y Agronegocios de la Universidad de Costa Rica (UCR) se interesaron en los productores del rambután en materia de buenas prácticas agrícolas, manufactura, administración, comercio y valor agregado. Por tal motivo, de manera conjunta se desarrolló la Evaluación de la agrocadena del rambután de la Asociación de Productores y Comercializadores de Frutas Tropicales de Corredores (APROFRUT) de la Zona Sur.
Lo anterior se realiza en el marco del Programa de Regionalización Universitaria que cuenta con el “Proyecto de fomento a las MIPyMES en agrocadenas no tradicionales y con potencial de desarrollo en la Región Sur de Costa Rica”, dirigido a las organizaciones de pequeños(as) productoras agropecuarias y agroindustriales de la Región Sur.
Historia
El cultivo del rambután en la Región Su Sur, se remonta aproximadamente a la década de los 40´s, incorporado a los sistemas nacionales por la Compañía Bananera Standart Fruit Company, donde los primeros 30 años del cultivo se mantuvo como una planta exótica y ornamental (MAG, 2007). La aceptación de la gente fue provocando una producción mayor de la fruta, sin embargo el sistema era todavía rudimentario.
“Muchas veces se requiere de algún cambio dentro del sistema tradicional del cultivo, esto puede ser la implementación de algún sistema de calidad, cambio en las practicas de manejo de la plantación o los animales, o el valor agregado al producto. Todos estos cambios exigen al productor algunos esfuerzos en materia de tiempo, trabajo y capital, pero los efectos a mediano y largo plazo pueden ser muy sustanciosos tanto en materia económica, como ambiental y social”, explicó Gamboa.
Agroindustria y valor agregado
Aunque en Costa Rica hasta ahora no existe una agroindustria formal de rambután, si se ha trabajado en el desarrollo de sistemas de exportación de la fruta como valor agregado que permite definir los parámetros de comercialización fuera de nuestras fronteras. Para la asociación, la exportación de fruta no es nueva, pero cuentan con la ventaja de realizar comercio hacia mercados menos exigentes que el Norteamericano o Europeo quienes demandan sistemas definidos de calidad y estándares para este tipo de fruta, inclusive para los manejos en las fincas y plantas de empaque.
Los productores asociados a APROFRUT se enfrentan ahora a un nuevo reto para aumentar sus sistemas de calidad en el mercado actual y transitar por los mercados Estadounidenses y Europeos presentando un producto más competitivo ante el mercado mundial.
Según Gamboa, “a pesar de las limitaciones con las que cuenta la asociación, se destaca que APROFRUT sigue siendo protagonista en la agrocadena del rambután en la Región Brunca; actualmente solo existen dos organizaciones formales de productores de fruta en la zona, siendo APROFRUT la que cuenta con mayor cantidad de área cultivada. Esto pone de manifiesto, el potencial de esta organización para asumir el liderazgo en el desarrollo de la producción de frutas en la Zona Sur. Sin embargo se demuestra mediante las visitas a la zona, la necesidad de acompañamiento en puntos clave como: capacitación técnica, valor agregado, organización, liderazgo, y financiamiento”.
Mediante las visitas a San Martín y San Miguel de Canoas se ha logrado determinar que las necesidades de capacitación de deben de realizar a corto plazo, especialmente por las oportunidades actuales para colocar el producto en mercados internacionales. La capacitación se vislumbra en diversas áreas: producción considerando las buenas prácticas agrícolas (BPA), administración y logística, organización, valor agregado a los productos considerando sistemas de innovación en productos y buenas prácticas de manufactura (BPM).
Cabe destacar, que desde este proyecto se desarrollaron una serie de productos de valor agregado con potencial de comercialización a partir de rambután, los cuales se presentaron a finales de abril a APROFRUT. Se busca financiamiento para desarrollar estos productos en un sistema integral de Agronegocios contemplando desde el cultivo hasta el valor agregado. Estas búsquedas se realizan con el apoyo de PROCOMER para ubicar las mejores alternativas de desarrollo, basados en las oportunidades de mercado en este momento, explicó Gamboa.