Educación España , Valladolid, Martes, 08 de noviembre de 2016 a las 14:27

El proyecto científico de cooperación de OAN International se acerca a los escolares

La semana del 14 de noviembre se celebrarán diversos talleres, que culminarán el día 18 con una carrera solidaria en beneficio de la población de Nikki, una de las localidades más pobres de Benín

CGP/DICYT Los alumnos de Primaria del colegio Marina Escobar de Valladolid, ubicado en el barrio de Parquesol, participarán del 14 al 18 de noviembre en varias actividades que les acercarán al mundo de la cooperación al desarrollo. De la mano de la ONG OAN International –Objetivo Analizar Nikki-, un proyecto científico de cooperación puesto en marcha por estudiantes universitarios cuyo fin último es mejorar las condiciones de vida de la población de Nikki (localidad situada al norte del país africano de Benín) a través de investigaciones realizadas en trabajos Fin de Grado y Fin de Master, se celebrarán diversos talleres, que culminarán el día 18 de noviembre con una carrera solidaria.


Los talleres, dirigidos a todos los cursos de Primaria, serán impartidos por la sede de OAN International en la Universidad de Valladolid y constarán de una introducción a la cooperación y de la presentación de una población africana, en este caso la de Nikki, una de las más pobres de Benín.


El colegio Marina Escobar es un centro comprometido con causas solidarias y tiene un gran interés en que éstas lleguen a los estudiantes. Por ello, cada año organiza una carrera solidaria cuyos beneficios se destinan a una ONG. Este año, los fondos recabados irán dirigidos a OAN International y permitirán desarrollar actividades de cooperación en Nikki. En total, se estima la participación de cerca de 670 alumnos a los que se entregará un dorsal, un diploma y un marcapáginas, así como un carnet en el que podrán anotar las donaciones que obtengan.


Como detalla el estudiante de Medicina Miguel Ángel Rojo, coordinador de la sede de OAN International en la Universidad de Valladolid, “el objetivo final es promover el espíritu de la cooperación al desarrollo entre los escolares”. Por ello, “ni el colegio ni la ONG queremos que la carrera quede en una mera donación y hemos ofertado estos talleres, para que los niños entren en contacto con el mundo de la cooperación y con una población africana, mostrándoles las condiciones de vida allí, y entre todos tratando de buscar ideas que puedan mejorarlas y correlacionándolas con proyectos que ya está poniendo en marcha la ONG, para que vean una aplicación real de esas ideas con acciones concretas y mostrarles cómo se coopera”, explica.


Reducir la morbimotalidad materno-infantil


Dentro de las actividades que lleva a cabo OAN International, la sede de la Universidad de Valladolid ha puesto en marcha un proyecto que busca reducir la morbimotalidad materno-infantil durante el parto, cercana en la actualidad al 10% en el caso de los niños y al 3% en el de las madres.


A través de Trabajos Fin de Grado tutorizados por profesores profesionales sanitarios, los estudiantes han realizado un estudio previo de todos los factores relacionados con el parto en los tres ámbitos habituales de alumbramiento en Nikki (doméstico, centro de salud y hospital), con el fin último de identificar los problemas causantes de la elevada tasa de morbimortalidad y proponer futuras líneas de actuación.


En general, la filosofía de OAN International es esa: aplicar los Trabajos Fin de Grado (TFG) o Trabajos Fin de Master (TFM) a la mejora de las condiciones de vida en Nikki. La ONG cuenta actualmente con seis delegaciones, cuatro en Madrid y una en Valencia, además de la de Valladolid. El proyecto surge hace tres años a iniciativa de su actual presidente, Daniel Alfaro, tras un viaje realizado por este a Benín para trabajar como voluntario junto a otros jóvenes. La cruda realidad de uno de los países más pobres del mundo motivó que ocho jóvenes universitarios comprometidos decidieran dar el paso y ayudar a contribuir al cambio en Nikki con la fundación de una ONG.


Hoy día OAN cuenta con más de 40 voluntarios y 120 socios. Además del proyecto biosanitario que se desarrolla desde Valladolid, se ha trabajado en otras líneas que han derivado, por ejemplo, en la creación de una empresa social dedicada a la manteca de karité -un potente cosmético-, el desarrollo de cocinas mejoradas para las cooperativas de soja o la creación de filtros de agua de bajo coste, entre otros.