Alimentación España , Salamanca, Lunes, 20 de septiembre de 2004 a las 19:11

El Irnasa analiza los castañares de La Honfría, en Linares, en el marco de un proyecto europeo de desarrollo sostenible

Los resultados de la investigación, junto con los del resto de países de la cuenca mediterránea, se presentarán la próxima primavera

Ana Victoria Pérez/DICYT En febrero de 2005 el equipo que dirige Ignacio Santa Regina, investigador del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa), presentará los resultados del estudio que está desarrollando en los castañares de La Honfría, en la localidad salmantina de Linares de Riofrío, desde el año 2001. Dichos resultados constituyen la aportación española a un estudio europeo en el que equipos de otros países de la cuenca mediterránea como Italia, Francia, Grecia, Bélgica y Portugal han evaluado las condiciones de desarrollo y productividad de sus bosques de castaño (Castanea sativa). El objetivo es proponer líneas de actuación que permitan mejorar la gestión de estos bosques y fomentar su desarrollo sostenible.

La conservación y mejora de estos hábitats despertó el interés de la Unión Europea, que ha destinado a la financiación del proyecto 1.275.000 euros, de los cuales 150.000 se han quedado en Salamanca. Pero, ¿por qué La Honfría? Según ha comentado a DICYT el propio Ignacio Santa Regina "el equipo del Irnasa ha centrado los estudios en esta zona de la Sierra de Francia salmantina por las condiciones especiales en las que se han desarrollado los castaños. El árbol fue introducido aquí hace siglos y su adaptación ha sido muy adecuada, a pesar de que la especie autóctona de La Honfría, en el área de adaptación del castaño, es el rebollo (Quercus pyrenaica)".

Propios de un rebollar son "el sustrato en el que se asientan los castañares, cuya composición es más bien básica, así como el cortejo de vegetación que los acompaña, compuesto principalmente de acebo" puntualiza Ignacio Santa Regina.

Desde 2001 el equipo de Ecología vegetal y microbiana del IRNASA ha controlado diversos parámetros en tres tipos de parcelas de bosque diferentes. Los técnicos han analizado el crecimiento, la productividad, el balance de nutrientes del suelo, la fisiología y la diversidad biológica en castañares de fruto, en castañares de madera y en rebollares.

Vigilando la salud del bosque

Podría decirse que los investigadores han seguido minuciosamente el ciclo vital de estos bosques. Un buen ejemplo es el análisis que han realizado sobre la producción de hojarasca de cada una de las tres plantaciones. Se trata de un dato fundamental para determinar la aportación de nutrientes que el árbol hace al suelo en el que se desarrolla. La calidad y la cantidad de los nutrientes que el árbol aporta al suelo a través de ramas, hojas y frutos, formará parte del alimento disponible en el futuro para el propio árbol. Así, los investigadores han repartido por las diferentes parcelas de estudio 30 contenedores, a los que se han unido otros 15 ubicados en bosques mixtos de castaños y rebollos.

Cada mes la hojarasca que se almacenaba en dichos contenedores se recogía y se separaba, según sus componentes, en hojas, ramas, frutos y otros. Posteriormente, se secaba a 80 grados centígrados y se pesaba. A la par es indispensable conocer qué capacidad para nutrir el suelo tiene la hojarasca recogida. Para ello, se tomaba una muestra de 10 gramos de hojas de cada una de las especies implicadas en el estudio, se secaban a temperatura ambiente, y se introducían en bolsas de nylon con poros de un milímetro. Un total de 36 bolsas se distribuyeron entre las diferentes parcelas y cada dos meses dos muestras de cada una de las parcelas se recogían, secaban y analizaban.

Los resultados obtenidos hablan del equilibrio del ecosistema en el que se asientan los árboles. Según explica Ignacio Santa Regina, "si se tiene en cuenta que la especie autóctona de La Honfria es el rebollo, los mejores resultados deberían pertenecer a las parcelas en las que se encuentra este árbol, pero tal y como han revelado los datos, los castañares de madera son los más productivos en términos ecológicos".

Los parámetros que mantienen vivo y saludable un ecosistema como este son muchos, y las relaciones de dependencia que se establecen entre ellos muy complejas. Así, el grupo de investigación del Irnasa ha procurado tener en cuenta cada uno de ellos, desde la determinación de la biomasa, o cantidad de masa forestal existente, hasta el análisis de la microbiota que puebla el suelo. La alteración de uno solo de estos parámetros podría haber hecho de La Honfría un entrono muy distinto del que conocemos, y su conservación depende, en buena medida, del uso que de ahora en adelante hagamos de este espacio. De esta manera el trabajo que ha realizado el equipo del Irnasa se revela fundamental para conocer cuáles puden ser las actuaciones más adecuadas para garantizar el futuro de estos castañares.