Health Spain , Valladolid, Wednesday, January 20 of 2010, 16:43

El IOBA logra recobrar la visión de pacientes con ceguera corneal mediante terapia celular

En colaboración con el IBGM, el centro ha realizado un ensayo con 12 pacientes y ha obtenido el éxito en el 89% de los casos

CGP/DICYT El Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) ha logrado reestablecer la visión en pacientes con ceguera corneal mediante el trasplante de células madre previamente cultivadas en la Unidad de Procesamiento Celular (UPC) del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), situado también en Valladolid. El centro ha realizado un ensayo clínico con 12 pacientes y ha obtenido un éxito global del 89 por ciento, frente a otras pruebas realizadas a nivel europeo que apenas han alcanzado el 70 por ciento, tal y como ha avanzado Margarita Calonge Cano, investigadora del IOBA y responsable del estudio.

 

En la presentación de los resultados del ensayo han estado presentes José Jerónimo Navas, director del Instituto de Salud Carlos III; Francisco Javier Álvarez Guisasola, consejero de Sanidad; José Carlos Pastor, director del IOBA, y la doctora Ana Sánchez, responsable de la Unidad de Procesamiento Celular del IBGM, la llamada “sala blanca”. La doctora Calonge ha sido la encargada de exponer el estudio llevado a cabo. “Existen muchas maneras de quedarse ciegos y desgraciadamente los médicos no tenemos soluciones para todas ellas. Sin embargo, la investigación científica está avanzando a un ritmo vertiginoso y nos está permitiendo poder dar soluciones a pacientes que antes no tenían ninguna posibilidad”, ha recordado.

 

Una de ellas es la ceguera de origen corneal, que afecta a unos 5.000 pacientes en Castilla y León y a cerca de 100.000 en toda España. La doctora ha explicado cómo se produce este tipo de ceguera. “La visión se inicia porque tenemos una córnea transparente, que se mantiene así al estar continuamente regenerada por unas células madre. Cuando estas células fracasan por cualquier razón el resultado es una córnea opaca, un paciente que no logra ver y que además tiene dolor constante”.

 

Esta patología se denomina Síndrome de Insuficiencia Límbica, ya que es en el limbo donde se encuentran estas células madre, y tiene multitud de causas. Unas son de origen genético (la aniridia, la queratitis o las displasias ectodérmicas), aunque las más prevalentes están relacionadas con la destrucción epitelial por causas adquiridas (traumatismos, enfermedades autoinmunes o Síndrome de Ojo Seco grave, entre otras).

 

Hasta el momento, los especialistas han abordado estos casos mediante trasplante de córnea. Esta intervención consiste en la extracción de la córnea enferma y su sustitución por la de un donante cadáver. “El problema es que esta córnea no lleva células madre y el transplante fracasa cuando se agotan las células que iban en ella”, asegura la doctora Calonge, quien añade que esta solución abocada “al fracaso” se puede reemplazar por el trasplante de células madre.

 

Ensayo clínico

 

La experta ha relatado algunos de los casos de éxito incluidos en el estudio cuya finalidad, “mediante un protocolo clínico muy exhaustivo”, ha sido probar la eficacia a largo plazo de esta terapia de células madre cultivadas y expandidas in vitro mediante las normas que exige la comunidad europea.

 

Uno de estos pacientes poseía un ojo sano y otro sin visión. En primer lugar se realizó una pequeña biopsia de un milímetro en la zona donde se encuentran las células madre. “Si el paciente tiene los dos ojos afectados y no puede ser su propio donante acudimos a un ojo de cadáver, de donde extraemos el mismo milímetro”, detalla la investigadora. Después, la muestra viaja a la sala blanca del IBGM, donde se expande sobre membrana amniótica. Al cabo de dos o tres semanas los científicos obtienen una placa de casi dos centímetros cuadrados repleta de células madre que se envía al IOBA, donde el cirujano ya está preparando el ojo receptor. Finalmente, se toma el transplante y se implanta sobre el ojo. “A los tres meses el ojo del paciente ya no está rojo, no tiene dolor ni síntomas y la córnea está mucho más clara”, destaca la responsable del estudio.

 

Por el momento se han incluido doce pacientes en el ensayo, de los cuales nueve ya están operados y todos menos uno han resultado “un éxito completo”. Entre las ventajas de esta terapia se encuentra, a su juicio, “evitar la realización de trasplantes de córnea que fracasan a largo plazo pero que se ofrece al paciente al no tener otra solución”. Asimismo, señala que en muchos casos ya no se ha hecho necesario el trasplante, sino que la córnea ha logrado aclarar lo suficiente para poder recuperar la visión. No obstante, “si aún así se requiere trasplante ya se puede hacer con garantías porque el paciente tiene células madre”. Además, este tratamiento supone “un gran ahorro en costes sanitarios” tanto directos, los derivados de la cirugía y el transporte de tejidos; como indirectos, por ejemplo la gran cantidad de consultas médicas y analíticas necesarias.

 

Un paso más
El próximo reto del IOBA desde el punto de vista científico pasa por utilizar células madre oculares y extraoculares. “Hay muchos pacientes que tienen afectados los dos ojos y en estos casos solo es posible acudir a un ojo donante de cadáver, lo que tiene sus problemas, como los costes elevados”, afirma la doctora, por lo que el objetivo es que el trasplante sea autólogo, es decir, ser capaces de extraer a ese paciente células madre de otros tejidos.