Technology Spain , Valladolid, Monday, October 17 of 2011, 15:46

El edificio Lucia de la Universidad de Valladolid, referente europeo de eficiencia energética

La construcción, presentada hoy, producirá toda la energía que necesita y exportará la que le sobre a otros edificios del campus

CGP/DICYT La Universidad de Valladolid ha cerrado hoy el diseño del nuevo edificio Lucia (Lanzadera Universitaria de Centros de Investigación Aplicada), recinto que se construirá en el Campus Miguel Delibes y que por sus características pretende convertirse en un referente europeo de construcción energéticamente eficiente. La Institución académica busca además que este sea el primer paso para la adopción de medidas encaminadas al ahorro energético y la mejora medioambiental en sus diferentes campus, ya que en relación con un edificio de similares características, el ahorro del gasto en gas y electricidad, principalmente, es de alrededor del 60 por ciento, a lo que se añadiría la energía cedida a los edificios anejos, que supondría un ahorro en su consumo energético próximo al 30 por ciento.

 

Asimismo, se trata de un edificio "cero emisiones” que permitirá investigar sobre los aspectos sociales de la edificación sostenible; un prototipo para verificar hipótesis sobre las cuales se asientan los métodos y la evaluación medioambiental de los edificios en los que se utiliza únicamente energías renovables. La construcción utiliza biomasa como energía primaria, ante la necesidad actual de atenuar el cambio climático, reducir el consumo de energía con combustibles fósiles y asegurar los abastecimientos de energía futuros con los mínimos impactos económicos y sociales. La biomasa como recurso renovable reduce la dependencia energética, a la vez que favorece el desarrollo local al generar puestos de trabajo en la zona; disminuye las emisiones de CO2 y valoriza, entre otros, los residuos forestales.


El edificio Lucia introduce soluciones singulares de integración arquitectónica de energía solar fotovoltaica que favorecen el objetivo de emisión neutra de C02. La directiva europea 2010/31/EU de 19 de mayo de 2010 insta a los estados miembros a asegurar que todos los edificios de nueva construcción sean “de consumo energético casi nulo” a partir del 31 de diciembre de 2020 (2018 los que dependan de administraciones públicas).


Según la información de la Universidad de Valladolid recogida por DiCYT, para el cumplimiento de esta normativa, las instalaciones del edificio se diseñan con el fin de producir toda la energía que necesita mediante un sistema de trigeneración. El potencial energético de la biomasa permite autoabastecerse de electricidad (motor de vapor), calefacción, agua caliente y refrigeración (máquina de absorción), lo que permite además inyectar a los edificios anejos del Campus el remanente de energía generada.


Diseño bioclimático


Para la reducción del consumo de calefacción y refrigeración se han incorporado sistemas pasivos propios del diseño bioclimático, como la orientación sur para ganancias térmicas solares directas, con control del soleamiento en verano; con renovación de aire y enfriamiento por ventilación natural; con apoyo de energía geotérmica; con un gran aislamiento térmico o con carpinterías de alto aislamiento y vidrio doble. Por otro lado, para la reducción del consumo de electricidad se ha primado la iluminación natural, tanto directa como difusa, mediante el uso de dispositivos de especiales, la iluminación de bajo consumo con control y regulación de intensidad y presencia o la incorporación de equipamientos eficientes.


El edificio es igualmente un ejemplo en el ahorro del agua, mediante la recogida y reutilización de las aguas pluviales y aguas grises, con redes de separación en los laboratorios que permiten su tratamiento previo al vertido; aparatos sanitarios con grifería electrónica con reducción de caudal o el uso de vegetación autóctona que no precisa riego.


Elementos reutilizados


Otra de las claves del diseño ha sido la utilización de materiales de bajo impacto medioambiental a lo largo de su ciclo de vida, con baja energía de producción o con certificados de bajas emisiones en su fabricación. Está previsto el uso de materiales reciclados y elementos constructivos reutilizados, que reducen en todo lo posible los residuos generados en el proceso de construcción, a la vez que son fácilmente desmontables.


Finalmente, se ha realizado un exhaustivo estudio de la gestión de los residuos que se producirán en el edifico, durante su construcción y su uso, previendo espacios para el reciclaje de absolutamente todos los residuos en función de su toxicidad y periodicidad. Con vistas a su futura demolición, se han previsto estrategias para su desmontaje, reutilización y reciclado.

 

 

 

8 millones de euros
El edificio supone una inversión inicial de 8.225.413 euros, con una superficie total construida de 7.499’72 metros cuadrados, de los cuales 2.091,25 están dedicados a laboratorios, 947’90 a TICs y 1.120’63 a instalaciones incluyendo la cogeneración. La calificación energética obtenida es A y la simulación energética realizada destaca el fuerte ahorro conseguido en el uso de la energía y las casi nulas emisiones de CO2 en el mantenimiento del edificio.