El Complejo Asistencial de León analiza dos genes implicados en la agresividad de un tumor cerebral
Antonio Martín/DICYT Un equipo multidisciplinar del Complejo Asistencial de León, compuesto por profesionales de Anatomía Patológica y Veterinaria, trabaja actualmente en un proyecto de investigación en el que se pretenden analizar doscientos casos de un tipo de tumor cerebral bien diferenciado que presenta una característica nefasta para el paciente: una vez operado, resurge la enfermedad con una agresividad mayor. Los astrocitomas, denominados así porque la ausencia de apoptosis se presenta en células denominadas astrocitos, el subtipo de célula glial más abundante, constituyen el 80 por ciento de los tumores neuroepiteliales.
La investigación parte de la experiencia de Teresa Ribas, del servicio de Anatomía Patológica del hospital leonés. Durante veinte años, ha trabajado en la descripción de estos tumores. Los glioblastomas multiformes y los astrocitomas anaplásticos son los tumores del cerebro primarios más comunes en adultos. En tumores bien diferenciados, se ha comprobado que una vez intervenido quirúrgicamente, éstos vuelven a surgir con una agresividad mayor, por lo que precisamente la investigación trata de descubrir qué genes determinan la agresividad de dichos tumores.
Para ello, desde 2006 y hasta finales de 2009 se analizarán doscientos casos de tumores de pacientes del Complejo Asistencial de León. A finales del año pasado ya se había pasado el ecuador de casos. Se sabe por la literatura científica que la agresividad del tumor se asocia a un cúmulo de mutaciones genéticas. A través de muestras de archivo de los casos que han pasado por el hospital público y con los nuevos casos que se generan, el grupo investigador intenta encontrar la asociación de esta mutación en la malignidad del tumor en dos genes candidatos, el P53 y el EGFR.
Metodología
Para ello, los investigadores clínicos están realizando la búsqueda de pérdida alélica y la inestabilidad en ciertas partículas, que pueda indicar los cambios y modificaciones de estos genes candidatos. Los resultados se unen a los del archivo propio para tener idea del valor diagnóstico del estudio. El proyecto de investigación cuenta con el apoyo económico de la Consejería de Sanidad a través de una subvención.
Ribas, responsable de la investigación, reconoce que, a mitad de casuistica, "no se han obtenido resultados significativos relacionados con ambos genes". Si se llegara a comprobar que estos dos genes dan la clave en la mutación que vuelve más agresivo estos tumores cerebrales, se podrían abrir nuevas líneas de investigación para reducir la malignidad de estos cánceres. Junto a Ribas trabaja Cristina Díaz Tascón, veterinaria y experta en técnicas moleculares, y Gracia Piedrafita, técnica de laboratorio.
Astrocitomas: los tumores cerebrales más frecuentes | |
Los astrocitomas son las neoplastias, el proceso de proliferación anormal de células en un tejido u órgano, más comunes entre los tumores neuroepiteliales yal constituir, grosso modo, cuatro de cada cinco casos de estos cánceres. En ellos, los astrocitos, las células de la glía con funciones activas en el desarrollo, metabolismo y patología del sistema neuronal, se vuelven inmortales y producen el cáncer.
La Organización Mundial de la Salud estableció en 1993 cuatro grados de astrocitomas. Los dos más comunes en adultos son el astrocitoma anaplásico, un tumor difuso caracterizado por anaplasia dispersa y elevado potencial proliferativo, predominante en la quinta década de vida; y el glioblastoma multiforme, el más frecuente y más agesivo, clínicamente, entre los astrocitomas. La supervivencia de pacientes con glioblastoma multiforme se extiende a unos doce meses con tratamiento quirúrgico agresivo de radio y quimioterapia. |