Alimentación México , Baja California Sur, Lunes, 01 de febrero de 2021 a las 10:33

El CIBNOR capacitará a familias vulnerables para subsistir cultivando sus propios alimentos

La Unidad Guerrero Negro obtiene fondos de la UNESCO para dar una respuesta humanitaria y social que mitigue el daño por la pandemia de COVID-19 entre los grupos más vulnerables

CIBNOR/DICYT La Unesco ha seleccionado el proyecto del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) titulado ‘Capacitación técnico-ambiental de familias con carencia alimentaria agravada por la pandemia de COVID-19 en la operación de módulos hidropónicos de bajo costo para producción de frutas y verduras en La Reserva de la Biosfera El Vizcaíno’ con el fin de que se desarrolle un modelo de intervención en las comunidades en dicho territorio.

 

Al referirse a los objetivos de la iniciativa, la responsable técnica Ingeniera Xóchitl Aguilar Murillo del CIBNOR señala que “la Unidad Guerrero tiene varios años trabajando en este sistema de bajo costo y muy versátil que puede ser adaptado a diversas condiciones físicas y climáticas para producir una diversidad de hortalizas, frutas, hierbas aromáticas y forrajes de buena calidad, además de obtener rendimientos muy superiores a los cultivados en suelo”.

 

La investigadora agrega que esta técnica “se puede emplear con gran facilidad en huertos familiares de traspatio y puede ser aprovechada por la sociedad en general”.

 

“Los resultados han sido excelentes, y por esta razón sometimos esta propuesta en una convocatoria de concurso internacional que realza el aspecto social, económico y ambiental”, recuerda. La propuesta, que finalmente ha sido aprobada, contempla la capacitación para la producción de alimentos a un sector social que la ciencia y la tecnología deben favorecer.


Ello implica que se mejore la dieta alimenticia y nutricional a través del consumo de hortalizas frescas, a la par de obtener ingresos económicos con los excedentes de la producción. De igual forma, se trata de propiciar el ahorro al cultivar sus propios alimentos, los cuales también pueden ser conservados al ser envasados para su comercialización. Simultáneamente se busca que, al realizar las actividades del huerto, se fomente un entorno de convivencia familiar.

 

En concreto, el proyecto fue propuesto en la convocatoria ‘Mitigación del Impacto de la Pandemia del COVID-19 en Reservas de Biosfera en Islas y Zonas Costeras’ emitida por La Red Mundial de Reservas de Biosfera Islas y Zonas Costeras, a través de sus secretarías en las Reservas de Biosfera de Menorca (España) y en la Isla de Jeju (República de Corea) y el Programa sobre El Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO.

 

Por su parte el Dr. David Raúl López, coordinador de la Unidad Guerrero Negro, subraya que para el CIBNOR este proyecto significa una importante acción de solidaridad institucional. “La pandemia por COVID-19 nos ha enseñado, hasta ahora, que las sociedades que se están adaptando más eficientemente a la crisis, no son las de mayor tecnología o nivel educativo, sino aquellas que cuentan con instituciones empáticas, humanitarias, que le tienden la mano a quien las creó y las financia”.