El Centro de Investigación del Cáncer estudia proteínas relacionadas con la adhesión celular
JPA/DICYT Un equipo del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca está estudiando una familia de proteínas denominada plaquinas, fundamentales para la estructura del epitelio. Esther Ortega Portero, investigadora del Laboratorio 19 del Centro del Cáncer, está elaborando su tesis doctoral en este campo, tratando de determinar la estructura de una proteína denominada plectina, que pertenece a la familia de las plaquinas y que tiene implicaciones en la adhesión celular, es decir, en la capacidad que tienen las células para unirse a otras células o a otros elementos del medio. Aunque se trata de una investigación básica, las alteraciones relacionadas con estas proteínas tienen implicaciones, por ejemplo, en algunas enfermedades de la piel.
Las plaquinas son esenciales en la estructura del epitelio, el tejido formado por varias capas de células que recubre todo el organismo, incluyendo órganos y conductos del cuerpo. Estas proteínas presentan una estructura muy compleja y, además del epitelio, tienen un papel en el sistema nervioso y en la estructura muscular. Según explica en declaraciones a DiCYT la científica, que ha ofrecido esta mañana un seminario de investigación dirigido a otros investigadores, las proteínas que analiza "sirven de anclaje a complejos de adhesión que se encuentran en las células epiteliales", es decir, complejos de proteínas que se encargan de mantener unidas las células de la dermis y de la epidermis.
Esther Ortega Portero, que trabaja en esta línea desde hace tres años con el científico del Centro del Cáncer José María de Pereda, recuerda que se trata de una investigación básica, de manera, que "estamos lejos de saber cuáles pueden ser las implicaciones que tenga este trabajo, pero sabemos que mutaciones que se producen en la plectina producen defectos en la adhesión celular y tienen implicaciones en una enfermedad que se llama epidermólisis bullosa", una enfermedad de la piel caracterizada por la presencia de ampollas y que, además, está asociada a la distrofia muscular. En general, la familia de las plaquinas parece estar relacionada, según los investigadores, con patologías autoinmunes y genéticas, como es este caso.