Tecnología México , México, Lunes, 11 de marzo de 2013 a las 13:53

El Centro Conacyt Parque Tecnol贸gico abre con cinco empresas asociadas

Biohelis ofrecer谩 asesor铆a empresarial y cient铆fica en acuicultura, pesca, biotecnolog铆a animal y vegetal

Agencia ID/DICYT Con el alojamiento de varias empresas, una de ellas estadunidense, que interactuarán con expertos del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), fue puesto en operación el Parque Tecnológico Biohelis, que se abocará a aplicar y generar conocimiento en los ramos acuícola, pesquero, así como de biotecnologías vegetal y animal con fines de negocios.


Ubicado en el propio perímetro de ese Centro Conacyt, en La Paz, Baja California Sur, Biohelis es el primer parque tecnológico asociado con una institución de estas características, expuso el director del Cibnor, doctor Sergio Hernández.


A su vez, el coordinador del Parque, doctor Humberto Villareal, señaló que las firmas establecidas tendrán, además de todos los servicios propios de una empresa, acceso a los científicos del Centro. “Queremos ofrecer a las empresas todas las facilidades para la absorción de la tecnología, pues en ocasiones la compran, y en otras la adquirida está lejos del objetivo que se busca. Pretendemos que alcancen la operatividad deseada”, subrayó en entrevista.


De igual modo, refirió que albergar a diferentes empresas genera una retroalimentación importante para el investigador, al tiempo que implica incursionar en una especie de “proceso de traducción” que une el lenguaje de los científicos con el de los inversionistas.


Lo que se busca, según expresó el funcionario, es interpretar adecuadamente el requerimiento puntual de las empresas, por lo que también se ofrece apoyo para análisis del mercado y la valoración económica real del producto que se pretende colocar en aquél, a fin de conocer qué lo hace diferente o cómo posicionarlo a nivel comercial, además de protegerlo industrial e intelectualmente.


Sobre el “proceso de traducción” entre científicos e inversionistas, abundó que por lo general el primero busca recursos y el segundo un negocio; de allí la importancia de que el investigador comprenda la valía de transferir su conocimiento a la institución (centro de investigación) y ésta a la empresa que requiere ese conocimiento. En síntesis es un proceso gana-gana. Este tipo de sinergias en el país ha sido difícil de inculcar, pues “partimos de una cultura donde no conocemos el crear”, indicó el doctor Villarreal.


El Parque Tecnológico Biohelis consta de diferentes áreas, entre las que destaca la destinada a la Innovación. En ella se busca crecer una idea y realizar pruebas de concepto. En esta sección se alojó la empresa Martimex del Pacífico, con la que en 2012 el Cibnor empezó a trabajar en la producción de semilla de ostión.


Una segunda área es Escala, donde se ha incorporado la empresa Camarón Sureño. Tradicionalmente en la acuicultura de camarón se cambia cada determinado tiempo 30 por ciento del agua, con el desperdicio y gastos correspondientes. Sin embargo, un proceso tecnológico propuesto por el Cibnor permitirá prescindir de ese recambio, además que la firma obtendrá un producto de mejores condiciones y calidad.


Una empresa singular que se incorporó en esta área es la estadunidense Kampachi Farms, cuya sede está en Hawái, donde produce peces que luego comercializa en el país vecino del norte. Se le invitó a Biohelis en virtud de que estará en mejores condiciones de producir y reducir costos de envío por la cercanía con Estados Unidos. En este caso específico se trata de un proceso de adaptación tecnológica.


En Escala también se instaló la firma Red Claw de México, que integraron un investigador y un técnico del Cibnor, lo que significa un primer caso de constitución de una entidad de esta naturaleza de origen. Se abocará a la producción de langosta de agua dulce, con una tecnología que reutiliza todo el recurso hídrico empleado, por lo que no se recambia. La tecnología desarrollada impide que haya desechos y posibilita producción todas las semanas, lo que tradicionalmente se conoce como ecoeficiencia.


“No hay impacto en el ambiente, se genera bienestar y al bajar costos se obtienen mejores salarios”, resumió el doctor Villarreal, y añadió que se busca que todos los proyectos de Biohelis sean económicamente viables y socialmente responsables.


Una tercer área es la denominada Comercial, y albergará a empresas que ya validaron su tecnología y encontraron que deberían de permanecer en estas instalaciones del Cibnor. En principio operará en ella un laboratorio comercial para producir alevines, que son peces juveniles. La magnitud de un esfuerzo de esta naturaleza la muestra el hecho de que un proyecto empresarial de producción de esta especie cuesta unos 10 millones de dólares (produciendo cinco mil toneladas de peces al año), y ahora se está en pláticas con entidades gubernamentales en pos de una participación tripartita Cibnor-gobierno-empresas.


La inversión inicial para edificar el Parque Tecnológico Biohelis fue de 70 millones de pesos, y se programa una cantidad similar en su equipamiento.