Dos investigadoras de Colombia reconstruyen la anatomía del pulgar
UN/DICYT El estudio de la anatomía del pulgar que realizaron dos médicas de la UN ofrece herramientas para el manejo del trauma de reconstrucción de este dedo, que asume el 40% de la función de la mano. En la prehistoria, la enfermedad y el dolor fueron relacionados a divinidades, a fenómenos extraordinarios o a castigos de seres malignos. Pero, al aparecer, las autopsias produjeron un cambio de mentalidad en el hombre. Desde ese momento se reconoce que los padecimientos se deben a problemas que se originan en el cuerpo.
Así, la anatomía cobró importancia en la medicina, a tal punto que en las universidades se debía estudiar hasta dos años la estructura del ser humano y para la institución lo más importante era tener un buen anfiteatro. De hecho, cuando nació la UN, la primera obra en la Facultad de Medicina fue la ampliación del anfiteatro San Juan de Dios.
Con la aparición de la fisiología, los estudios de la anatomía en las universidades pasaron a un segundo plano: se redujeron a la mitad y se supuso que todo estaba dicho. Pero en su trabajo de grado en el posgrado de cirugía plástica de la UN, Sandra Milena González y Adriana Rocío Ramírez —docente de la universidad y directora del trabajo— demostraron lo contrario.
Después de hacer una revisión de la literatura, las médicas cirujanas encontraron que había varias diferencias en la nomenclatura y diversas descripciones acerca de la irrigación del pulgar. A partir de esto, surgió la idea de hacer un estudio anatómico descriptivo del pulgar.
“Utilizamos la técnica de inyección vascular, que no había sido descrita previamente en la literatura a nivel mundial, pero que sí utilizábamos en el servicio de cirugía plástica de la UN desde hace varios años. La técnica consiste en la inyección vascular con metil metacrilato y tinta china, lo que permite observar y valorar vasos de calibres muy pequeños”, explicó la doctora González, que en la actualidad trabaja en la Clínica Colombia, en la Clínica Reina Sofía, en la Cruz Roja y en consultorio propio.
En el estudio, se evaluaron 37 manos derechas (de las que solo 30 fueron tenidas en cuenta) a las que se les hizo la inyección vascular de la arteria radial, con el fin de hacer la evaluación de los patrones de la circulación arterial del pulgar.
Hallazgos descriptivos
Los hallazgos acerca de la circulación del dedo, cuenta la médica, fueron descriptivos, y sirven principalmente para confirmar que, por ser el dedo más importante para la funcionalidad de la mano, el pulgar tiene una irrigación muy rica, que lo que busca es mantener su vitalidad a toda costa.
“Se encontró un predominio de la circulación palmar con respecto a la dorsal: cuando un paciente tiene traumas severos en la mano, lo que nos va a garantizar un poco más la vitalidad del dedo es tratar de mantener las arterias palmares”, reveló González.
Además, agregó la médica, hay un predominio de la circulación cubital sobre la radial. Esto corrobora que no solo en cuanto a la parte sensitiva, sino también en cuanto a la irrigación uno de los lados dominantes del pulgar es el cubital.
“Al tener la base anatómica (que es el principio de cualquier otra de las ramas que tenemos en nuestro desarrollo en Medicina y más en las áreas quirúrgicas), estos hallazgos anatómicos sirven para conocer la irrigación del pulgar y nos permiten hacer procedimientos quirúrgicos, colgajos para hacer la cobertura y para tener la base del diseño de las técnicas reconstructivas cuando se presenta un trauma en la mano”, manifestó la cirujana, que, durante los tres años del estudio, contó con el apoyo del Instituto de Medicina Legal de Bogotá y los docentes de cirugía plástica.
El artículo sobre el trabajo fue publicado en marzo de este año en Plastic and Reconstructive Surgery, la revista de cirugía plástica más importante a nivel mundial. Más aún, una de las fotografías del estudio se ganó ser la portada de dicha edición.