Salud México Monterrey, Nuevo León, Mi茅rcoles, 10 de marzo de 2010 a las 17:45

Da Vinci, el nuevo canon de la cirug铆a rob贸tica

El robot Da Vinci se vislumbra como la soluci贸n revolucionaria en M茅xico para el tratamiento de enfermedades oncol贸gicas v铆a cirug铆a.

JST-Tec de Monterrey/DICYT Aguarda en el quirófano mientras se le alista con la indumentaria plástica esterilizada para cubrir sus cuatro brazos; un poco más allá, también se prepara a su 'ayudante', una consola que a simple vista pareciera una versión gigante de una de videojuegos con pantalla, un visor estereoscópico, pedales y dos joysticks. Pronto, llegará el cirujano de carne y hueso al que ayudará en la operación…

 

Es Da Vinci, lo último en ingeniería robotizada médica y uno de los avances más ambiciosos en los servicios médicos que desde hace un año, ofrece el Hospital San José Tec de Monterrey. Haciendo las veces de las manos y los ojos del cirujano llega de manera precisa a partes de la anatomía humana para realizar cirugías de invasión mínima como tratamiento al cáncer de próstata, pero también para padecimientos abdominales, cardiacos, torácicos, pediátricos y ginecológicos.

 

Solución de avanzada para el paciente y para el médico

 

Manejado por un grupo de especialistas del cuerpo médico del Hospital San José Tec de Monterrey, esta herramienta única en México, se está convirtiendo en el recurso más seguro, preciso, eficaz, sencillo y económico para restablecer la salud y la calidad de vida de hombres y mujeres, mexicanos y de otras nacionalidades, que daban por perdida la batalla contra sus padecimientos.

 

Mil 300 casos en cirugía laparoscópica preceden al doctor José Francisco López Verdugo, urólogo con especialidad en cirugía laparoscópica, quien junto a sus colegas realizaron un entrenamiento en el Hospital Hermann de Houston para adquirir la especialidad en cirugía robótica, utilizando el robot Da Vinci.

 

"Hemos realizado 48 procedimientos desde el año pasado. La cirugía más recurrente es la prostatectomía radical por cáncer de próstata; luego la nefrectomía por cáncer o por otro tipo de diagnóstico. También realizamos cirugías conservadoras de riñón donde solamente retiramos el tumor y seguimos conservando el órgano y cirugías de mayor magnitud como la cistectomía radical, que es la formación de una nueva vejiga con intestino. El robot Da Vinci tiene aplicaciones muy diversas", explica.

 

En el caso específico de la prostatectomía radical es donde se ven los mayores beneficios comparados con la cirugía convencional. "Se puede dar un mejor trato a los tejidos durante la operación gracias a su capacidad de visualizarlos en tres dimensiones y en alta definición; es posible hacer una disección y extracción de los de los tumores del órgano con precisión y preservar las estructuras que están próximas al órgano conservando intactas las funciones de los nervios. El porcentaje de reducción de daños colaterales es muy alto: cerca del 98 por ciento de estos casos no generaron disfunción eréctil ni incontinencia".

 

Una ventaja adicional que tiene la cirugía practicada con Da Vinci es que permite un acceso a lugares típicamente difíciles de operar como la anatomía en la pelvis. A estas regiones del cuerpo humano tiene acceso habitual el doctor Eduardo A. Guzmán Huerta especialista en cirugía oncológica con entrenamiento de dos años en cirugía robótica en el centro de cáncer City of Hope en Los Ángeles, California.

 

"Para cirugías del recto o en áreas de retroperitoneo (región que contiene, entre otros órganos, el páncreas, los grandes vasos abdominales, los riñones y las glándulas suprarrenales) la precisión es mayor y el acceso menos invasivo. Un aspecto importante tratándose de cáncer es el que algunos estudios indican que con el robot el margen positivo del tumor residual es muy inferior (9%), respecto al promedio de la laparoscopia (20%)" indica el doctor Guzmán.

 

Es así, por la precisión de movimientos que a través de los brazos y pinzas del robot puede tener el médico. "Los brazos robóticos dan ventaja al cirujano porque eliminan el temblor natural que existe al hacer una cirugía. Además, con el robot Da Vinci tenemos la posibilidad de escalar los movimientos, es decir, que un desplazamiento de 10 centímetros de mi mano puedo traducirlos en cinco centímetros con el robot".

 

Con Da Vinci, el médico que tradicionalmente utilizaba la cirugía laparoscópica, puede escalar con el debido entrenamiento -que por ahora sólo se ofrece en universidades y hospitales en el extranjero- a la cirugía robótica e incrementar así el éxito en sus intervenciones. Mientras que el paciente, tiene una recuperación mayor en menor tiempo, con menores riesgos y a menor costo.

 

Atención con tecnología y trato humano

 

El robot Da Vinci se vislumbra como la solución revolucionaria en México para el tratamiento de enfermedades oncológicas vía cirugía. De acuerdo a cifras del INEGI, en el 2006, 81 mil 704 mujeres y 63 mil 440 hombres tuvieron egreso hospitalario por tumores malignos.

 

El doctor Guillermo Torre Amione, Director General de Institutos y Centros Médicos del Tecnológico de Monterrey, afirma: "Nos hemos comprometido a modernizar los modelos de atención privada de salud en México iniciando en la ciudad de Monterrey, pero con la intención de hacer prosperar ese proyecto de la misma forma en que ha crecido el Tecnológico de Monterrey en materia de educación en los últimos 60 años".

 

No todos los pacientes son candidatos para la operación con el robot y tampoco todos los médicos pueden utilizar la técnica. Se trata de casos complejos y de especialistas con previa experiencia en cirugía laparoscópica así como con especialidad en cirugía robótica.

 

Sebastián Viramontes, Director Comercial del Hospital San José Tec de Monterrey, asegura que en el caso de las prostatectomías radicales o histerectomías por cáncer, las intervenciones con el robot Da Vinci terminan con los riesgos y temores de los pacientes. "En pacientes del sexo masculino, la disfunción sexual y la incontinencia urinaria prácticamente son inexistentes, y en las mujeres, se reducen riesgos de infecciones, hemorragias, lesiones vesicales, uretrales o intestinales", dice.

 

Agrega que fuera de México, los hospitales de Estados Unidos -que cuentan con poco más de mil robots Da Vinci- y casi todos los de países de Europa donde los programas de atención hospitalaria incluyen al Da Vinci, ha derivado en una cultura de atención y uso más común. En América Latina cuentan con el robot solo el Hospital San José Tec de Monterrey desde 2007, y alguno hospitales en Argentina, Brasil, Venezuela y Puerto Rico.

 

"Para un extranjero con padecimientos como los que se pueden atender con el robot Da Vinci, resulta conveniente venir al Hospital San José Tec de Monterrey porque desde la transportación hasta los gastos de recuperación puede ahorra hasta un 70 por ciento de lo que gastaría en su país de origen y tener la misma atención clínica y calidad que en hospitales de Estados Unidos, por ejemplo", subraya Viramontes.

 

El grupo de cirujanos urólogos encabezados por el doctor Francisco López Verdugo realiza alrededor de cuatro intervenciones por mes y las operaciones del doctor Eduardo Guzmán también continúan en crecimiento. "Esto demuestra que se tiene confianza en el Hospital San José Tec de Monterrey y en sus médicos. Además, se está incursionando en otras áreas como la ginecología, la pediatría e incluso en la bariatría", dice.

 

El objetivo es encontrar áreas dónde la tecnología puede fortalecer y favorecer la salud del paciente. En este sentido, el doctor Ernesto Dieck Assad, Director General del Hospital San José Tec de Monterrey y Director de Administración y Operaciones de la Dirección de Institutos y Centros Médicos señala que el objetivo fundamental es enfocar esta tecnología en la calidad del cuidado del paciente.

 

"Lo que debe permanecer, es el trato del doctor al paciente y hacerles saber que no está solo, sino rodeado de la experiencia y la tecnología que le permitirá recuperar su salud; después de todo, ese es el punto medular de nuestro papel como médicos para con nuestros pacientes", finaliza.

 

Da Vinci es los ojos y las manos de los cirujanos

 

El Hospital San José Tec de Monterrey lanzó oficialmente el programa de cirugía con el robot Da Vinci en febrero de 2009 durante el Primer Congreso Nacional de Cirugía Robótica. En el evento que se transmitió a 15 ciudades de la República Mexicana haciendo uso de la tecnología satelital, expertos del más alto nivel presentaron la técnica y 4 casos intervenciones en vivo.

 

Desarrollado por ingenieros de la NASA para hacer operaciones a distancia, la versión creada por Intuitive Surgical fue aprobada para procedimientos quirúrgicos en civiles por la Food and Drug Administration de Estados Unidos en 2001.

 

El Da Vinci permite realizar cirugías con una precisión perfecta porque obedece las órdenes que le da el cirujano. Esto es importante remarcarlo. Se trata de una herramienta más del médico que sentado ante una consola ergonómica, a un par de metros de la mesa de operaciones, dirige los movimientos de los cuatro brazos robóticos que se extienden hasta el cuerpo del paciente mediante varillas que han sido introducidas en orificios de apenas ocho milímetros. Una de las ellas lleva dos cámaras de alta resolución que proporcionan al cirujano un campo de visión en tres dimensiones y magnificado.

 

Al médico lo apoya tan solo un equipo de tres personas: anestesista, enfermera y un ayudante instrumentista que trabajan desde sus posiciones habituales en el quirófano, y observan por un monitor los detalles de la intervención siguiendo las órdenes del médico. Los procedimientos en general, no duran más de una hora. La recuperación del paciente, unos días. Su calidad de vida, años.