Medio Ambiente Bolivia , Bolivia, Martes, 12 de enero de 2021 a las 16:14

Comprueban la evolución idéntica de organismos marinos aislados geográficamente

A partir de fósiles hallados en Rusia y Bolivia de conodontos, organismos que vivieron en el mar hace aproximadamente 500 a 200 millones de años, científicos obtienen una nueva prueba de evolución paralela

DICYT - Paleontólogos de la Universidad Erlangen-Nürnberg (Alemania) y la Universidad de Calgary (Canadá) han obtenido una nueva prueba de evolución paralela: se trata de conodontos, primeros vertebrados del período Pérmico, adaptados a nuevos hábitats de forma casi idéntica a pesar de vivir en diferentes regiones geográficas. Los investigadores pudieron demostrar este caso a partir de dientes fósiles encontrados en diferentes ubicaciones.


Uno de los argumentos más convincentes que prueban la teoría de la evolución es que es bastante fácil predecir cómo evolucionarán los animales y las plantas para adaptarse a los cambios en sus hábitats. Existen pruebas de que organismos con un antepasado común evolucionaron de la misma manera, incluso estando completamente aislados unos de otros. Uno de los ejemplos más destacados es el cíclido Midas en Nicaragua.


Hace aproximadamente 6.000 años, peces individuales colonizaron los lagos de varios cráteres. Curiosamente, desarrollaron morfologías idénticas en sus nuevos hábitats. Un grupo se especializó en la captura de camarones pequeños y desarrolló un cuerpo robusto con una boca plana. Otro grupo cazaba peces en aguas más profundas y es considerablemente más ágil. "Estas subespecies se encuentran en cada uno de los lagos del cráter, aunque no hay conexión alguna entre los hábitats", asegura Emilia Jarochowska, de Erlangen. "Este es un ejemplo de evolución paralela".


Fósiles de Rusia y Bolivia


Ahora, la investigación de Emilia Jarochowska se centra en la evolución en diferentes ecosistemas, pero en lugar de estudiar animales que todavía están vivos hoy, se concentra en los conodontos, organismos que vivieron en el mar hace aproximadamente 500 a 200 millones de años y fueron uno de los primeros vertebrados. Los dientes en forma de cono de estos organismos similares a las anguilas todavía se pueden encontrar como microfósiles en rocas sedimentarias en todo el mundo. Los científicos estiman que había aproximadamente 3000 especies diferentes de conodontos. "Los científicos sospechan desde hace varios años que una determinada subespecie conocida como Sweetognathus desarrolló varias adaptaciones evolutivas paralelas", indica Emilia Jarochowska.


Los investigadores de Erlangen se pusieron en contacto con paleontólogos de la Universidad de Calgary para probar esta teoría. Los científicos canadienses habían recolectado dientes de Sweetognathus fosilizados en varios lugares del mundo, incluidos Bolivia y Rusia. "Como ahora tenemos un conocimiento tan bueno de la tectónica sobre la historia de la Tierra, podemos descartar la posibilidad de que los organismos de estas regiones estuvieran alguna vez en contacto entre sí", explica Jarochowska. Los fósiles, que miden apenas dos o tres milímetros de longitud, se escanearon con una resolución espacial de cuatro micrómetros, que ofrece imágenes de definición aún más alta que una tomografía computarizada de un hospital. Se hicieron modelos 3D precisos y descripciones matemáticas de más de 40 muestras.


Se confirma la evolución paralela


El minucioso análisis de las morfologías de los elementos dentales confirmó lo que los científicos habían sospechado durante años: Sweetognathus se adaptó repetidamente en respuesta a diferentes fuentes de alimento después de emigrar a nuevos hábitats, de una manera casi idéntica a pesar de que estos hábitats estaban aislados entre sí, según la información de la Universidad de Erlangen recogida por DiCYT.


La comparación de muestras de una gran cantidad de fósiles durante varios años ha permitido a los investigadores confirmar sin lugar a dudas que los dientes encontrados en Bolivia y Rusia provienen de organismos con un ancestro común. "Pudimos demostrar que dos linajes de Sweetognathus en dos partes diferentes del mundo seguían el mismo patrón de desarrollo", apunta Jarochowska. "Es una prueba más de la teoría de la evolución y de la eficacia de la colaboración internacional".