Comprueban la degradación de los ríos Grijalva y Usumacinta por actividad humana
AGENCIA ID/DICYT A consecuencia de la “amenaza” en que se encuentran los ecosistemas acuáticos en la Gran Cuenca de los ríos Grijalva y Usumacinta, El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) estudia la composición y distribución de las comunidades de peces con el objetivo de realizar un índice de integridad biológica.
El monitoreo permanente de los peces de acuerdo a su presencia o ausencia, abundancia y otros atributos biológicos pueden indicar diversos niveles de degradación que existen en los cuerpos de agua, que se han visto amenazados por el incremento de las actividades humanas, destacó la doctora Rocío Rodiles Hernández, titular del proyecto.
Dentro de los objetivos del estudio es establecer una relación entre la calidad del agua, la comunidad de peces en cada río, y los atributos biológicos de los grupos taxonómicos más diversos y característicos de esta región neotropical, y en ese marco contribuir al avance de las bases biológicas para el conocimiento y manejo del medio ambiente.
Para ello los expertos de Ecosur estudiaron 107 especies de peces, poniendo énfasis en grupos taxonómicos tales como las mojarras dulceacuícolas (Cichlidae), que es uno de los más diversos en la región.
Rodiles Hernández explicó que mediante el uso de indicadores como composición de especies, presencia-ausencia, frecuencia, abundancia, alimentación, reproducción, y diversos parámetros registrados en cada lugar se logra caracterizar, evaluar y comparar en una primera aproximación las condiciones de salud y deterioro en la que se encuentran las comunidades de peces en las Cuencas de los ríos Grijalva y Usumacinta.
Subrayó que estos muestreos se realizan en sitios distribuidos en la cuenca alta, media y baja de los ríos Grijalva y Usumacinta, además de aquellos en directa relación con las posibles fuentes de contaminación.
Dentro los hallazgos obtenidos fueron modificaciones de la estructura poblacional y en la proliferación de especies exóticas e invasoras. De acuerdo con la científica se espera que el uso de peces como biomonitoreo se convierta en una herramienta de gestión ambiental, razón por la cual el estudio se ubica dentro del área de interés del manejo y conservación de los recursos naturales.
Añadió que los resultados de este trabajo servirán para realizar la propuesta de un Indice de Integridad Biológica para la gran Cuenca del Grijalva y Usumacinta, mediante el monitoreo permanente con la finalidad de detectar problemáticas relacionadas con la modificación de hábitat, deforestación, así como polución orgánica e inorgánica en la zona, las cuales podrán ser extrapoladas a otras redes hidrográficas similares.