Salud España Salamanca, Salamanca, Viernes, 05 de octubre de 2007 a las 12:34

Científicos salmantinos investigan cómo regenerar tejido cerebral dañado con células madre

El profesor José Ramón Alonso, actual rector de la Universidad de Salamanca, dirige el proyecto

JPA/DICYT Un equipo de científicos de la Universidad de Salamanca dirigido por José Ramón Alonso Peña, profesor del Departamento de Biología Celular y Patología y actual rector, investiga cómo hacer llegar al cerebro células madre adultas procedentes de médula ósea con el objetivo de que favorezcan la regeneración de tejidos dañados. "Conseguimos células de médula ósea a partir de un ratón donante, las trasplantamos y con distintos sistemas de marcadores seguimos el destino de estas células en animales de control y en distintos modelos con enfermedades neurodegenerativas para ver la posibilidad de que las células madre puedan sustituir a neuronas que por una enfermedad, una lesión u otros procesos han desaparecido", explica Alonso en declaraciones a DICYT.

 

Un aspecto clave de este proyecto es el seguimiento de las células trasplantadas una vez que han sido introducidas en el organismo para ver cómo se han modificado y si son capaces de llegar al cerebro. "Eso lo hacemos de distintas maneras, una de ellas es trasplantando, por ejemplo, células madre de un macho a una hembra, de manera que tienen cromosoma Y y esa característica nos sirve para identificarlas, porque serán las únicas con cromosoma Y en dicha hembra. Así sabemos cuáles son, dónde están y en qué se tipo de células se han diferenciado, en definitiva, sabemos su perfil, si se han integrado y si han ido de forma selectiva a las zonas con pérdida neuronal" apunta.

 

Otra técnica que permite detectar las células que tienen un origen exógeno se basa en la detección de aquellas que proceden de una fusión entre una célula madre introducida y otra célula ya existente. Finalmente, el grupo de Alonso trabaja también con células fluorescentes que proceden de un animal modificado genéticamente que incorpora una proteína de una medusa que se hace fluoresce bajo una luz especial. En cualquier caso el objetivo es saber si esa célula, que originalmente era de médula ósea, es capaz de llegar al cerebro y una vez allí se diferencia, es decir, si se convierte en una célula glial o neuronal, y si se integra.

 

Primeros resultados

 

"Los primeros resultados son muy atractivos, porque encontramos células derivadas de médula ósea que alcanzan el cerebro, se diferencian a neuronas y aparentemente se integran. Pensamos que no es una sustitución de células dañadas, sino una fusión, lo que abre enormes posibilidades, porque en una fusión la nueva célula lleva material genético sin mutación y hace que la dañada sobreviva, de manera que cuando las estudiamos vemos células tetraploides, con doble carga genética", asegura.

 

"La mala noticia es que el número de células que llega al cerebro es muy bajo, necesitaríamos que en un lugar de una llegasen miles" señala. Por eso, el grupo trata de mejorar los sistemas, por ejemplo, a la hora de introducir las células, probando nuevos tipos de inyecciones. En cualquier caso, han obtenido resultados de recuperación funcional "esperanzadores", ya que algunos animales mejoran su capacidad de movimientos, aunque son datos "muy irregulares, pues en algunos se produce una mejora clara, pero en otros no" indica. "Lo que estamos aprendiendo nos va a ser útil para una amplia gama de enfermedades", destaca Alonso, que ha obtenido 100.000 euros de financiación de la Federación de Cajas de Ahorros de Castilla y León para este proyecto, en el que mantinen una estrecha colaboración con investigadores de Valencia y Sevilla.