Alimentación España , Salamanca, Lunes, 26 de octubre de 2009 a las 17:13

Científicos del Irnasa estudian los procesos de nutrición de especies leñosas

La fijación del nitrógeno es un proceso clave en el que participan bacterias del suelo, explica el investigador Mariano Igual Arroyo

JPA/DICYT Científicos del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa), centro perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) estudian en especies leñosas cómo se produce la fijación del nitrógeno, uno de los principales nutrientes de las especies vegetales, junto con el carbono y el agua. En concreto, el investigador Mariano Igual Arroyo ha explicado hoy algunas claves en una charla ofrecida en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca.

 

Uno de los ejemplos que ha puesto son los alisos, árboles de la familia de las Betuláceas abundantes en la ribera del río Tormes. "Esta especie forma una simbiosis con las bacterias del género frankia, que son las que fijan el nitrógeno y lo transfieren a la planta", afirma el especialista en declaraciones a DiCYT. La importancia de este proceso es vital para la vida en general, puesto que "los vegetales son el primer eslabón de la cadena alimenticia", recuerda.

 

Si las plantas obtienen el carbono por medio de la fotosíntesis, el nitrógeno lo obtienen gracias a los nitratos o el amonio del suelo, aunque es en el aire donde se encuentra (más del 70% del aire que respiramos es nitrógeno). Por eso, el hombre puede mejorar la nutrición de una planta a través de fertilizantes en los que el nitrógeno se haya "roto" como compuesto químico para formar parte del nitrato o del amonio. Si no es así, la otra opción es que la plante lo obtenga gracias a las bacterias que continen una enzima denominada nitrogenasa y que, en realidad, desarrolla el mismo proceso: "coge el nitrógeno del aire, lo rompe y lo introduce en la planta", explica Mariano Igual.

 

El estudio de estos procesos no sólo contribuye a incrementar los conocimientos desde el punto de vista de la investigación básica, sino que puede tener aplicaciones agronómicas, según destaca el experto. De hecho, la posibilidad que tienen los alisos y de otros árboles similares de aprovechar de esta manera el nitrógeno explica que puedan crecer y desarrollarse en lugares en los que apenas hay nutrientes, aunque sí les hace falta agua abundante y por eso son típicos de las riberas de los ríos, según ha señalado Mariano Igual Arroyo tras su intervención esta mañana en el curso Microorganismos y Biotecnología en la agricultura del futuro, organizado por el Departamento de Microbiología y Genética de la Universidad de Salamanca.