Castilla y León, una de las tres comunidades autónomas que más CO2 fija
CGP/DICYT Castilla y León, con un 41’9 por ciento, es una de las tres comunidades autónomas españolas que más CO2 fija en relación al que emite. Tan solo la superan Extremadura (con un 44’9 por ciento) y La Rioja (54’9 por ciento). Por el contrario, la Comunidad Valenciana (2’4 por ciento), Madrid (4’5 por ciento), Andalucía (5’9 por ciento) y Castilla la Mancha (6’5 por ciento), son las que cuentan con un peor balance de carbono, tal y como refleja el Informe sobre la Sostenibilidad en España que elabora anualmente el OSE (Observatorio de la Sostenibilidad en España) y que ha sido recogido por DiCYT.
Asimismo, las comunidades que más CO2 emiten son Andalucía, Cataluña y Castilla-La Mancha, y las que menos La Rioja, Extremadura y Murcia. Cuando se tiene en cuenta la superficie de las comunidades y se calcula el balance neto de CO2 en relación a la superficie, Madrid y el País Vasco son, con diferencia, las que más emisiones de CO2 tienen por unidad de superficie. Las que menos emiten cuando se tiene en cuenta su superficie son Extremadura, Castilla y León y La Rioja.
En cuanto al saldo de las balanzas de energía, detalla el informe, en todas las comunidades el descenso de la demanda se situó entre el 4 y 5 por ciento inferior al año anterior, 2009, aunque en el conjunto de los sistemas extrapeninsulares (Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla) el descenso fue más moderado. Los saldos de intercambios de energía eléctrica entre comunidades autónomas e internacionales indicaban que en el año 2009 la Comunidad de Madrid fue la que registró el mayor saldo de intercambio importador (28.815 gigavatios hora), lo que significa que demandó (30.528 gigavatios) mucha más energía eléctrica de la que generó (1.714 gigavatios). País Vasco (6.765 gigavatios), Cataluña (5.642 gigavatios), Comunidad Valenciana (3.325 gigavatios), Cantabria (3.003 gigavatios) y Andalucía (706 gigavatios) también fueron importadoras de energía eléctrica. Como regiones exportadoras destacan Castilla-La Mancha (11.951 gigavatios), Extremadura (11.014 gigavatios) y Castilla y León (10.726 gigavatios).
Mejora de parámetros a nivel nacional
El director ejecutivo del OSE, Luis Jiménez Herrero, destaca en este sentido que “una serie de indicadores básicos de carácter estructural y de contenido estratégico vienen evolucionando favorablemente en los últimos años”. “Los descensos de la demanda y de la producción de la energía hicieron que el grado de dependencia energética se situara en el 77 por ciento”, apunta. El aumento de las fuentes renovables, representó un 9’4 por ciento del balance energético en 2009, porcentaje que en 2010 llegó entorno al 12 por ciento. También cabe destacar el aumento de la aportación de las energías renovables al consumo bruto de la electricidad, que creció un 18 por ciento en 2009 respecto al año 2008 y que se ha situado en el 35 por ciento en 2010.
Entre los más de 100 indicadores del informe anual destacan los que se centran en indicadores básicos y esenciales, como agua, aire, energía y residuos. Cada hogar consume menos agua al día y genera menos residuos. De diferente forma, se muestran variadas tendencias positivas, aunque la contaminación del aire sigue siendo un problema para la salud pública de las grandes ciudades como consecuencia de una movilidad insostenible. No obstante, en general, los contaminantes del aire se han reducido, al tiempo que se produce más energía de forma limpia especialmente por el crecimiento de las renovables.
A pesar de la mejora de algunos indicadores, subraya el estudio, en España “no se está produciendo un claro proceso de cambio del modelo energético, todavía muy insuficiente en particular por la alta dependencia e intensidad energética de la economía, con diferenciales importantes con respecto a nuestros socios comunitarios”.