Alimentación Colombia , Colombia, Martes, 26 de febrero de 2019 a las 08:40

Avispas biocontroladoras actúan según su ubicación

El comportamiento de la especie Cotesia flavipesz, que ataca las polillas que afectan los cultivos de caña de azúcar, varía según la altitud y la región donde se encuentren, entre los 500 y 1.200 metros

UN/DICYT Las investigaciones realizadas en el Instituto de Ciencias Naturales (ICN), de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), en asocio con colegas de Agrosavia y de la U.N. Sede Palmira, han logrado determinar que así como le ocurre cualquier persona, los cambios de altura afectan el comportamiento de las avispas, alterando su función como biocontroladoras.

 

Aunque posiblemente cualquier productor de caña use estas avispas para controlar plagas en sus cultivos, el hecho de liberarlas en lugares con alturas superiores a los 2.000 metros no tendría los mismos resultados, sostiene el profesor Carlos Sarmiento, quien lidera la investigación.

 

La estudiante Lina Vanesa Lozano, del pregrado en Biología, agrega que ha identificado que los órganos asociados con su capacidad de volar –alas y músculos– tienden a ser más desarrollados en ambos casos.

 

“Invertir más recursos en desarrollar estas estructuras de vuelo conduciría a sacrificar parte de su capacidad reproductiva, es decir que la posibilidad de parasitar una gran cantidad de larvas del herbívoro también resulta afectada”, destaca el profesor Sarmiento.

 

Sin embargo se ha observado que los cambios asociados con la altitud también dependen de la región en que se ubiquen las avispas, pues mientras las de la cordillera Central tienden a disminuir su tamaño, las de la Oriental lo aumentan.

 

Esta especie, introducida desde Pakistán en los años setenta, ahora forma parte de la fauna que acompaña los cultivos para la producción de panela, y es posible que sus poblaciones se estén diferenciando en nuestra geografía, o que se tenga material de más de una introducción en el país.

 

¿Especies distintas?

 

Después de identificar los dos patrones en el desarrollo de estas avispas, asociados con la altitud y la ubicación, la siguiente fase de la investigación será descartar que se trata de especies distintas, o si existe alguna relación con variaciones en el clima.

 

Precisar el análisis en el cambio de tamaño, junto con los que se registran en la forma y disposición de las venas que dan soporte a las alas, permitiría establecer las características de estas diferencias.

 

“Aunque estudios genéticos realizados por la estudiante de doctorado Leidy Salamanca, de la U.N. Sede Palmira, han demostrado que se trata de la misma especie, no sabemos si son poblaciones que reaccionan en forma distinta o si algún factor actúa diferente en estas regiones que todavía no conocemos”, subraya el profesor Sarmiento.

 

La investigación sería un aporte significativo para establecer las razones que podrían determinar la efectividad de diversos biocontroladores, ya que en algunas ocasiones la efectividad de la especie varía según la zona en que se use.

 

En el campo de control biológico se han identificado varios casos muy exitosos en una región, pero que no logran los mismos resultados en otras zonas, a pesar de tratarse de la misma especie de controlador y del herbívoro.

 

Esta investigación se desarrolla en conjunto con la doctora Nancy Barreto, de Agrosavia, pues existe gran interés en continuar con el uso intensivo de agentes de control biológico en la caña panelera, cultivo que está muy desarrollado en ese aspecto.