Astrónomos del CSIC analizan el espectro de un candidato a planeta enano
CSIC/DICYT Un grupo de astrónomos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha obtenido el espectro de un objeto transneptuniano (situado en órbita solar más allá de Neptuno) cuyo tamaño, 730 kilómetros de diámetro, lo convierte en candidato a planeta enano. El hallazgo se ha realizado dentro de un programa diseñado para caracterizar las propiedades de varios objetos situados más allá de Neptuno usando el espectógrafo Osiris del Gran Telescopio de Canarias. Los primeros resultados del análisis espectral indican que 2003MW12, que así se llama el objeto, presenta importantes diferencias respecto a otros planetas enanos como Plutón, Eris o Makemake.
René Duffard, investigador del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucíaaclara que “el espectro de un objeto celeste aporta información sobre su composición química. En el caso de los transneptunianos esto se ve muy claramente en forma de absorciones de luz en ciertas longitudes de onda, como por ejemplo las
de 0’73 y 0’89 micrones, que corresponden al metano”. Estas absorciones se aprecian como picos en las graficas espectrales. En el caso de 2003MW12 no se muestran estos picos, lo que indica que carece de metano o minerales alterados por efecto del agua, presentes en otros planetas enanos de mayor tamaño.
Los datos obtenidos en este análisis completarán los del telescopio espacial Herschel, de la Agencia Espacial Europea. Este telescopio tiene como objetivo analizar éste y otros objetos transneptunianos mediante observaciones en infrarrojo para calcular, entre otros parámetros, el diámetro y albedo (luz reflejada) de cada uno de estos objetos. Los datos obtenidos con el Gran Telescopio de Canarias ayudarán a caracterizar, en el rango visible del espectro, algunas propiedades superficiales de dichos objetos.
El estudio de la composición de los objetos transneptunianos (una multitud de cuerpos helados situados en un cinturón más allá de Neptuno) ofrece información esencial sobre el pasado de nuestro sistema solar: se cree que los planetas se formaron por la unión de objetos menores y que los transneptunianos constituyen los restos de ese proceso. Unos restos que además han permanecido lejos de la radiación solar y, por tanto, casi intactos, de modo que permiten averiguar cómo era el material primitivo con el que se formaron los planetas hace unos 4.500 millones años. El cinturón de objetos transneptunianos sería, en este sentido, una especie de enclave arqueológico.
En el estudio han participado los investigadores René Duffard, Pablo Santos Sanz, Luisa-María Lara López, Pedro Gutiérrez y Autrey Thirouin del Instituto de Astrofísica de Andalucía y Javier Licandro del Instituto de Astrofísica de Canarias.
Planetas enanos
Este nuevo objeto puede ser un candidato a planeta enano. La mayoría de la población recuerda los planetas enanos por la polémica surgida en torno a Plutón cuando la Unión Astronómica Internacional lo expulsó de la lista de planetas. Esta polémica comenzó con el descubrimiento, en 2005, de Eris, un objeto celeste más allá de la órbita de Neptuno cuyo tamaño superaba al de Plutón. Aunque en seguida comenzó a hablarse de décimo planeta, Eris se hallaba en una región donde ya se habían detectado más de 1.000 objetos y que muchos científicos creen que esconde otros de tamaño comparable a Marte.
Había que elegir: o Eris ascendía a la categoría de planeta o Plutón renunciaba a ella. Tras varias votaciones, los astrónomos reunidos en la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU) pactaron una definición de planeta que exige, por un lado, que el cuerpo que gira alrededor del Sol se halle en equilibrio hidrostático, lo que se traduce en una forma esférica; y por otro, que haya limpiado el vecindario alrededor de su órbita. Este segundo requisito fue el que expulsó a Plutón, Eris y Ceres (los dos últimos nuevos candidatos a planeta) de la lista de elegidos. Estos tres objetos pasaron entonces a engrosar el grupo de los planetas enanos, que se definen como objetos que giran alrededor del Sol, tienen forma redondeada y no son satélites. Queda aún un tercer grupo, el de los cuerpos pequeños del Sistema Solar, que abarca todos los otros objetos: la mayoría de los asteroides y de los objetos transneptunianos, cometas y otros objetos pequeños.