Ácido gálico contra el virus de la hepatitis C
CONACYT/DICYT Investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec) estudian los efectos del ácido gálico (AG) sobre células infectadas con el virus de la hepatitis C (VHC).
El ácido gálico [C6H2 (OH)3 •COOH], un fenol natural, se obtiene de plantas como la gobernadora y damiana y alimentos como la uva, granada, nueces, acelgas, café y té verde. Este compuesto, debido a su estructura química, posee propiedades antioxidantes e inhibe el estrés oxidativo celular. También se le han atribuido propiedades biológicas como antibacterial, cardioprotector, anticancerígeno y antiviral.
“Probamos el efecto que tiene el ácido gálico en células de cáncer hepático que además están infectadas con el virus de la hepatitis C y ver qué efecto tiene directamente en la replicación del virus y en las proteínas de la célula infectada”, precisó la maestra en ciencias Mayela Govea Salas, estudiante del doctorado en ciencia y tecnología en alimentos de la Facultad de Ciencias Químicas de la Uadec e investigadora del proyecto.
Uno de los principales motivos para realizar este proyecto es por la cantidad de casos de hepatitis C, además de la baja eficiencia de los tratamientos con que se cuenta actualmente y los efectos secundarios que se han observado en pacientes tratados. Además, existen escasos antecedentes sobre el empleo de terapias alternativas en pacientes que presentan la enfermedad.
“En sí, hay pocos antecedentes de trabajos que estudien biomoléculas presentes en alimentos y que participen contra algunos cánceres humanos como de mama, próstata, cerebro o pulmón. Sin embargo, hay mucho menos información acerca de esas biomoléculas contra el virus de hepatitis C y hepatocarcinoma”, comentó la maestra en ciencias Govea Salas.
Otra ventaja de emplear el ácido gálico en este proyecto es la amplia disponibilidad de este en diversos alimentos, además de las posibles propiedades biológicas que ha demostrado poseer, por ello se utilizó para evaluar el efecto que tiene sobre la replicación del VHC.
“Una de las principales ventajas del ácido gálico es que es un ácido fenólico que tiene amplia biodisponibilidad en la naturaleza, está presente en algunos alimentos como la granada, la cáscara de la nuez, la uva, etcétera, en algunas bebidas también e incluso en algunas plantas del semidesierto de México (…) Obtenerlo no sería tanto problema. El hecho de que esté tan biodisponible es una ventaja”, indicó la investigadora.
En el estudio se realizó un análisis proteómico, es decir, un estudio a gran escala de la estructura y función de las proteínas, que inició con el desarrollo de cultivos celulares, evaluando la viabilidad y proliferación in vitro de las células Huh7 replicón de hepatocarcinoma infectadas con el VHC, se trataron con diferentes concentraciones de ácido gálico y se añadió un control de células sin tratamiento. A las células tratadas se les realizó una extracción de proteínas.
Naturaleza antioxidante
Los resultados del proyecto sugieren que el tratamiento con ácido gálico reduce la expresión de proteínas virales y la replicación del ARN (ácido ribonucleico) del VHC in vitro, causando un efecto transcripcional y traduccional mediante la modulación de la expresión de proteínas implicadas en el ciclo viral, como las proteínas NS3 y NS5A no estructurales, sin afectar la viabilidad celular. Por esta razón, el ácido gálico podría ser considerado un potencial adyuvante natural en el tratamiento de la infección crónica por el VHC.
“Por su naturaleza antioxidante, ayuda en diferentes puntos porque atrapa radicales libres y puede ayudar contra el envejecimiento celular y contra el estrés oxidativo celular. Tiene algunas propiedades antimicrobianas e incluso algunas plantas lo utilizan como defensa natural contra algunos bichos para que no les afecten; además, propiedades anticancerígenas y antivirales, ya que se ha probado con el virus de la influenza y células de cáncer cervical de manera in vitro”, señaló Govea Salas.
De acuerdo con la especialista, esta investigación tiene aplicación potencial en la industria de los alimentos, particularmente en la nutrigenómica, y se podrían utilizar estos componentes alimenticios como apoyo contra algunas patologías o enfermedades, en particular como tratamiento alternativo que ayude a disminuir la replicación del virus y que no sea tan tóxico para las células.
“Todos estos estudios son en células en cultivo celular, a mediano plazo se buscaría utilizarlo ya en un sistema in vivo en animales de laboratorio y poder hacer pruebas de metabolómica, esto nos indicaría cómo se está metabolizando el compuesto, qué tanto se excreta, qué tanto va a estar biodisponible y ya a largo plazo tratar de probarlo en ensayos preclínicos con personas”, explicó la científica respecto al futuro de la investigación.