Salud España , Salamanca, Jueves, 21 de mayo de 2009 a las 20:09

150 cardiólogos pediátricos analizan en Salamanca la tetralogía de Fallot y el ventrículo único

Los especialistas tratarán cómo afrontar el fracaso de ambas cardiopatías en pacientes ya adultos y los modelos de transplante cardiaco infantil

AMR/DICYT Más de 150 especialistas en cardiología pediátrica, que abarca a cirujanos, cardiólogos y pediatras de Atención Especializada, analizan desde hoy y hasta el sábado la tetralogía de Fallot y el ventrículo único, dos de las cardiopatías más frecuentes en recién nacidos y niños de cortas edades, en el VII Congreso de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías congénitas. La principal novedad de la reunión se centrará en analizar el fracaso de las cirugías en ambas dolencias a largo plazo, ya que son conocidas desde hace tiempo con pacientes que han alcanzado medianas edades (más de 30 años), pero que continúan con complicaciones cardiacas.

 

La tetralogía de Fallot está caracterizada por cuatro malformaciones que dan lugar a la mezcla de sangre arterial y venosa. Posee una prevalencia de dos por cada mil recién nacidos. El ventrículo único, como su nombre indica, es una cardiopatia caracterizada por la falta de división en el interior del corazón. Le ocurre a entre cinco y ocho bebés de cada 10.000. En total, hay 60 tipos de cardiopatías, que se clasifican en seis grupos pronósticos y de riesgo, en una escala de 1 a 6 en el que el número más elevado indica la gravedad de la dolencia. La tetralogías de Fallot se sitúa en el grupo 2, ya que frecuentemente es tratada quirúrgicamente, posee mortalidad baja y el tratamiento es casi definitivo. El ventrículo único, por su parte, se sitúa en el grupo 4. En este caso las cirugías son paliativas, con el objetivo de la supervivencia del paciente y de mejorar su calidad de vida.

 

"Hay que tener en cuenta que las cardiopatías congénitas no son tan conocidas por la sociedad como el infarto o la rotura o saturación de diferentes válvulas por lo que el número de especialistas es muy limitado", explica a DiCYT el vicepresidente del comité organizador local del congreso, Fernando Villagrá, jefe de Cirugía Cardiovascular Infantil del Hospital Universitario La Paz (Madrid). Este centro fue pionero en establecer en España el manejo de asistencia circulatoria mecánica, también conocido como Berlin Heart, un sistemaconsistente en una bomba neumática externa que el niño lleva colgada y se alimenta con una pila. Este sistema, que se presentará en Salamanca, ya se utiliza en dos hospitales más (Valle de Hebrón de Barcelona y Reina Sofía de Granada). El fin último es que el paciente infantil pueda esperar en el hospital la llegada de un corazón para el transplante, el tratamiento quirúrgico utilizado "cuando no hay más remedio", explica Villagrá.

 

Transplante infantil

 

Hay que tener en cuenta que el transplante es una opción complicada en estas edades: no hay tanto número de donantes como en el caso de los adultos y los pacientes requieren un corazón acorde a su talla y peso. Además, existen complicaciones añadidas. "El mayor problema es el del rechazo", lamenta el especialista. A ello, hay que unir los efectos secundarios en el crecimiento que producen las medicaciones a las que están sometidos los transplantados de por vida. Por eso, los datos de morbilidad son desesperanzadores. Cuando se llega al transplante, uno de cada diez pacientes fallece precozmente y la supervivencia no muy alta conforme se hacen mayores. Sólo la mitad llega a los 10 años.

 

Actualmente, ocho de cada 1.000 recién nacidos padecen alguna cardiología congénita. De todas ellas, las  más usual en necesitar pasar por el quirófano para que se realice un transplante infantil es la miocardiopatía. La detección está muy avanzada. En el caso de Salamanca, el equipo de Cardiología del Hospital Universitario de Salamanca, que dirige Antonio Gil posee una capacidad de diagnóstico próxima al 100% y, en ocasiones, este diagnóstico es intrauterino.