Ciencias Sociales España , Burgos, Lunes, 04 de julio de 2005 a las 20:27

Los expertos defienden los sondeos de resonancia magnética como la técnica más rápida, fiable y económica para encontrar agua en el subsuelo

Los Cursos de Verano de la Universidad de Burgos abordan los aspectos prácticos de la Hidrogeología y de la Ingeniería del Terreno

SC/DICYT La aparición de agua en el subsuelo se puede convertir en un verdadero problema en el desarrollo de determinados proyectos de ingeniería civil, ya que puede provocar filtraciones en túneles, desestabilizar taludes o incluso modificar el comportamiento del suelo en una cimentación, aunque al mismo tiempo su aparición la convierte en un importantísimo recurso hídrico del que se benefician muchas poblaciones. El curso de verano sobre Hidrogeología e Ingeniería del Terreno: Aspectos prácticos, que ha comenzado hoy en la universidad burgalesa, aborda esta problemática a medio camino entre la Hidrogeología y la Ingeniería del Terreno.


El director del curso, José Ángel Porres, profesor de Ingeniería del Terreno de la Universidad de Burgos asegura a DICYT que “tanto los sondeos de resonancia magnética como la tomografía eléctrica son las técnicas más rápidas, fiables y económicas para encontrar agua en el subsuelo”. Además de éstas, existen otras técnicas para tratar el agua en el terreno tales como los drenajes, las pantallas o la impermeabilización del suelo mediante inyecciones, que también se abordarán en este curso que se desarrollará hasta el próximo viernes.

Los sondeos de resonancia magnética, una técnica que apareció hace un par de años en el mercado, puede ser equivalente a un sondeo mecánico convencional, con la salvedad de que “el sondeo convencional, al requerir una maquinaria pesada para poder llevarlo a cabo, es destructivo con el suelo”, según señala el profesor Porres, quien también precisa que al realizar un sondeo de resonancia magnética se obtienen unos parámetros magnéticos del terreno que son “muy concretos y prácticamente infalibles”.


Se trata de una técnica que “está muy bien enfocada para la determinación de HO2”, ya que, “al ser un sistema sensible al hidrógeno, es capaz de detectar cualquier anomalía donde encuentra el nivel de agua”. Una característica que “la convierten en una técnica infalible”, puntualizó el profesor de la Universidad de Burgos quien recordó que, entre sus ventajas, cabe destacar que “al igual que toda la geofísica no es destructiva con el terreno”.


La tomografía eléctrica, otra técnica adecuada para la detección de agua en el subsuelo, consiste en obtener parámetros físicos del subsuelo. Una vez obtenidos esos parámetros se les busca el equivalente geológico, su equivalente estructural. Posteriormente, explicó el profesor, y una vez determinada la receptividad eléctrica es cuando se le puede buscar su equivalente a la presencia de agua, de una roca seca, de una falla o de un túnel. Es precisamente en la interpretación y en la utilización de estos equipos de tomografía eléctrica en donde destaca el grupo de investigación de la Universidad de Burgos. Tal es así que “no hace mucho presentamos una tesis doctoral sobre esta materia y, actualmente, estamos trabajando en otra”.