Salud España , Burgos, Miércoles, 30 de marzo de 2011 a las 17:46

El estado oxidativo, indicador de la evolución del cáncer colorrectal

Una investigación realizada en Burgos demuestra la relación entre tres parámetros de estrés oxidativo y la progresión de la enfermedad

Elena Rodríguez/DICYT El cáncer colorrectal es la primera causa de muerte por neoplasia en mujeres en Castilla y León y la segunda, en el caso de los hombres. Son múltiples los factores que pueden determinar la aparición de un tumor y entre ellos se encuentra el estrés oxidativo, que deriva de un exceso de radicales libres en nuestro organismo. Estos radicales libres, necesarios por otra parte para el correcto funcionamiento celular, los produce nuestro cuerpo fruto de las reacciones aerobias, pero también pueden aumentar por la intervención de agentes externos como el tabaco, la alimentación o la contaminación. Para combatirlos, nuestro organismo posee una serie de mecanismos antioxidantes y el balance entre unos y otros determina el estado oxidativo.

 

La investigadora burgalesa Reyes de Santiago, como parte de su tesis doctoral (que realizó en la Unidad de Investigación de la Fundación Burgos por la Investigación de la Salud, en colaboración con el Servicio de Oncología Médica del Hospital General Yagüe y la Universidad de Burgos; y que fue codirigida por Carlos Girón y Pilar Muñiz), se planteó analizar el estado oxidativo de 85 pacientes con cáncer colorrectal con el objetivo de averiguar si alguno de los parámetros de estrés oxidativo podía emplearse como indicador de la progresión de la enfermedad. Tras múltiples ensayos se determinó cómo dos del total de los parámetros analizados (grupos carbonilos e hidroperóxidos) se postulan como biomarcadores del daño oxidativo, siendo muy sensibles a cambios en el avance de la enfermedad. Por otra parte, la sustancia antioxidante tiorredoxina se estableció como un posible biomarcador indicador de evolución del cáncer.

 

Estos tres parámetros, que se pueden determinar con un sencillo análisis de sangre, podrían permitir conocer la evolución de la enfermedad así como la respuesta al tratamiento quimioterápico. Además, es bien conocido cómo el estado oxidativo puede condicionar parte de la eficacia terapeútica de determinados fármacos. Por lo tanto, conocer dicho estado del paciente podría permitir añadir al tratamiento algún agente modulador que permitiera dirigir el estado oxidativo del enfermo al nivel más óptimo y conseguir así aumentar la eficacia terapeútica.

 

“Estos parámetros de estrés oxidativo en un futuro se podrían emplear para que con un simple análisis de sangre pudiéramos conocer cómo va progresando la enfermedad y cómo va respondiendo al tratamiento quimioterápico sin necesidad de someter al paciente a pruebas diagnósticas muy costosas”, asegura Reyes de Santiago.

 

Además, en diversos estudios se ha puesto de manifiesto cómo puede existir enfermedad a nivel bioquímico y, sin embargo, no es perceptible en una prueba diagnóstica visual como es el escáner, anticipando o poniendo en alerta de una posible recaída clínica.

 

Estrés oxidativo y prevención

 

El conocimiento en detalle de los mecanismos por los cuales los radicales libres, a través del estrés oxidativo, producen el cáncer colorrectal podría permitir en un futuro el diseño de nuevas estrategias terapeúticas encaminadas a prevenir el desarrollo de la enfermedad o bien minimizarla, indica la investigadora. Actualmente, a pesar de que existe cierta controversia al respecto, las acciones preventivas que se pueden poner en marcha no van más allá de una vida saludable, dieta equilibrada, baja en grasas, por debajo del 20% de las calorías y ejercicio físico con consumo de alcohol moderado y sin hábito tabáquico.