"Mi grupo es líder mundial en la línea de investigación con oncoproteínas Vav"
JPA/DICYT El pasado año, 2007, finalizó para el Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca con la concesión del Premio Severo Ochoa, convocado por la Fundación Ferrer, a Xosé Ramón García Bustelo, uno de sus científicos más destacados. El jurado se decantó por él entre 14 candidaturas debido a la calidad científica de su trabajo con las oncoproteínas Vav, una línea de investigación en la que su grupo es "líder en el panorama internacional" como reconoce el biólogo gallego.
"Más que la parte económica, lo que más gusta de un premio es que científicos de muy alta talla reconozcan que tu trabajo contribuye a la investigación biomédica", ha declarado hoy a DICYT, citando a Julio Villanueva y Santiago Grisolía, miembros del jurado. Además, "vistos los galardones dados previamente, estar entre los escogidos es un gran honor", afirma.
El equipo que dirige en el CIC investiga del papel de las oncoproteínas Vav en el equilibrio de los sistemas cardiovascular y nervioso. "Vamos bastante por delante de otros científicos en este campo, porque lo iniciamos antes, hace ya 15 años, aunque siempre hay competición, cosa que también es buena porque indica que el tema es interesante", apunta. En la actualidad hay 13 personas trabajando activamente con Bustelo, desde técnicos a estudiantes postdoctorales. "El tamaño del grupo siempre osciló en este número, pero cada tres años se renueva el laboratorio, así que en todos estos años han pasado unas 50 personas", señala.
Un estudio completo
Las proteínas con las que trabajan resultan especialmente interesantes porque "se han aislado en la búsqueda de oncogenes humanos", es decir, genes que cuando se alteran son capaces de inducir cáncer en diferentes tipos celulares. "Mi objetivo básico era saber cómo funcionaban desde todos los puntos de vista, saber su estructura tridimensional, el mecanismo por el cual se activaban o se desactivaban, cuál era su ruta de señalización o a través de qué mecanismo eran reguladas", explica. Esto implica un trabajo multidisciplinar, ya que requiere técnicas bioquímicas, de Biología Celular, Genómica y Proteómica.
Esta línea de investigación tiene a su vez dos aspectos destacados, la función normal de las oncoproteínas Vav cuando no están alteradas y su papel en ciertas patologías, cuando sí se ha producido esa alteración, por ejemplo, en los procesos cancerígenos. En primer lugar, "queremos saber qué hacen cuando funcionan normalmente en el organismo, porque los oncogenes no son moléculas perniciosas, sólamente lo son cuando se alteran genéticamente, y hasta ese momento ejercen funciones cruciales dentro de los organismos pluricelulares" apunta.
Ratones hipertensos
Esta investigación se lleva a cabo manipulando genéticamente ratones, eliminando algunos genes relacionados con estas proteínas. "Así, sabemos las alteraciones que produce su ausencia, lo que nos indica cuál es la relevancia para procesos biológicos concretos", comenta. Por ejemplo, Vav1 juega un papel importante en procesos de respuestas inmunes, como la inflamación. En el caso de Vav2 y Vav3, el equipo ha descubierto que tienen un papel determinante en la regulación de la homeostasis (o equilibrio fisiológico) del sistema cardiovascular, porque "cuando las eliminamos, creamos ratones hipertensos", explica. En definitiva, los resultados indican que estas proteínas juegan papeles clave en la regulación de procesos biológicos importantes en algunas enfermedades humanas como el cáncer o la hipertensión.
En segundo lugar, la investigación intenta explicar qué sucede cuando estas proteínas se alteran y dan lugar a tumores. "Sabemos bastante bien la razón por la cual siempre están encendidas y mandando señales continuas a la célula. Las oncoproteínas Vav son importantes para inducir la proliferación celular, para que las células se multipliquen y sobrevivan en el tumor", añade. Un ejemplo de esto es que mandan señales a las células que las hacen moverse más rápidamente y así se expanden a otras regiones del organismo, provocando la metástasis.
Posibles dianas terapéuticas
Bustelo asegura que la línea de investigación de su laboratorio en los próximos años va a seguir por el mismo camino, ya que "tenemos todas las herramientas para trabajar en ella después de tantos años, todos los reactivos químicos y los modelos animales", afirma. En ese sentido, quiere explorar, por ejemplo, si la inactivación de estas proteínas puede ser importante para tratar algunas enfermedades. "Esperamos que los ratones que carezcan de estas proteínas tengan procesos cancerígenos menos graves porque, si esto fuera así, nos indicaría que estas proteínas serían dianas terapéuticas para nuevos fármacos.
El científico coruñés, nacido en Iria Flavia y doctor en Biología por la Universidad de Santiago en 1990, completó su formación en Estados Unidos y ha recibido varios premios internacionales como el Catacosinos Young Investigator Award for Cancer Research (1996), el Baldwin Award for Breast Cancer Research (1997), el Sinsheimer Award for Cancer Research (1997) y el Premio Nacional de Oncología de la Fundación Echevarne (2003). El 20 de mayo de 2008 recibirá en Madrid su más reciente reconocimiento, el Severo Ochoa, dotado con 40.000 euros.