Más de la mitad de los estudiantes de Medicina de España se plantea ejercer su profesión en el extranjero
JPA/DICYT Un estudio de la Universidad de Salamanca revela que un 51'3% de los estudiantes españoles de Medicina ha pensado en algún momento ejercer la profesión en otro país. Las preferencias son el Reino Unido e Irlanda, en un 35'9%, Estados Unidos y Canadá, en un 15'2%, y Portugal, para el 11'4%. Continuar su formación, ganar más dinero, trabajar en un ambiente que les permita progresar o en un mejor sistema de salud son las razones señaladas por los alumnos de acuerdo con la investigación de Diego Bernardini, médico argentino especialista en Atención Primaria y epidemiólogo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Las facultades de Medicina tienen un rol pasivo en España, no se las tiene en cuenta en las decisiones y llegan tarde en situaciones de cambio, por eso, ante el problema de la falta de médicos, me planteé qué pensaban los estudiantes", ha declarado a DICYT el autor de este estudio realizado a 744 alumnos de los dos últimos cursos de Medicina de 11 universidades españolas. Las mujeres representaron el 73% de la encuesta debido a que suponen una amplia mayoría del alumnado. Entre ellas, la principal razón para emigrar era la promoción personal o la oportunidad de trabajar en un mejor sistema sanitario, mientras que los hombres han apuntado como principal motivo el económico. En ambos casos, la razón de menos peso para salir de España es la de mejorar su formación.
Pérdida de médicos
"España es un país que pierde médicos y esta tendencia tiende a aumentar, aunque se compensa con la llegada de profesionales de Iberoamérica y de Polonia", explica Diego Bernardini, que considera que faltan profesionales de la salud pero cree mucho más grave la mala distribución geográfica. "El sistema sanitario no cuida a los médicos, en Finlandia un profesional del ámbito rural cobra 60 euros a la hora, mientras que en España cobra 23 euros", indica el responsable de la investigación.
En ese mismo sentido, asegura que el modelo que recibe el estudiante de Medicina español hace que aspire a trabajar en grandes hospitales y en especialidades punteras, cuando en realidad hacen falta más geriatras y médicos de familia. De hecho, en 2007 en Castilla y León han sobrado el 30% de las plazas MIR para medicina familiar, lo que evidencia que las vacantes no se corresponden con la demanda, según han apuntado también estudios anteriores.
Cuestión de gestión
En opinión de Bernardini, "el país que dona médicos se debilita", especialmente en el caso de algunos países africanos que tienen más médicos fuera de sus fronteras que dentro. En el caso de España, esto no ocurre porque también está recibiendo profesionales extranjeros, pero con una distribución irregular que deja mal atendidas las zonas rurales. Por todo ello, considera que para corregir esta situación deben involucrarse diversas áreas de gestión administrativa que tienen que ver con la educación, el desarrollo, el trabajo y la salud. En cualquier caso, cree "muy importante retener a los recursos humanos porque su formación cuesta mucho dinero" y la única solución, según Bernardini, es ofrecer nuevos incentivos.
La movilidad de los trabajadores de la salud se ha convertido en los últimos años en una de las principales preocupaciones de la OMS, ya que la mala distribución ocasiona muchos problemas. Muchos países tienen una política de captación agresiva, de manera que se producen casos como el de Filipinas, donde miles de médicos se forman en la actualidad como enfermeros porque esta vía les permite entrar más fácilmente en Estados Unidos. Otro ejemplo es el de Noruega, que se plantea la necesidad de contar con 200.000 nuevos profesionales en los próximos 35 años, lo que puede provocar nuevos desequilibrios en otros países.