Un investigador de Salamanca demuestra que células maduras de la sangre pueden tener la plasticidad de las células madre
José Pichel Andrés/DICYT César Cobaleda, investigador de la Universidad de Salamanca dentro del programa Ramón y Cajal, ha publicado recientemente un artículo en la revista Nature en el que demuestra que determinadas células maduras de la sangre pueden ser manipuladas para hacer que tengan la plasticidad de las células madre, con capacidad para transformarse en otro tipo de células. Esta investigación, realizada en colaboración con el grupo del doctor Meinrad Busslinger, del Instituto de Patología Molecular de Viena (Austria), ha revelado también un posible mecanismo para la génesis de las células madre del cáncer, capaces de mantener y regenerar el tumor.
"En los procesos de desarrollo de los tejidos se parte de unas células inmaduras, no diferenciadas, que son las células madre. Estas células tienen el potencial y la capacidad de dar origen a todos los tipos celulares adultos que constituyen el tejido, en el caso de la sangre, pueden ser los linfocitos o los macrófagos, por ejemplo", ha explicado el investigador a Dicyt. "En este proceso de diferenciación, las células se especializan, perdiendo la capacidad de dar origen a muchos otros linajes. Durante mucho tiempo se ha pensado que los procesos de diferenciación eran irreversibles y unidireccionales, es decir, que siempre se producen de la célula madre hacia células diferenciadas, pero otros estudios recientes se han planteado cuál es la plasticidad de las células maduras, cuestionando si también ellas podrían convertirse en otra cosa", declara.
Para profundizar en este campo de investigación, César Cobaleda ha utilizado los linfocitos B maduros de ratones modificados genéticamente. "A estas células maduras les hemos modificado un gen específico, el gen PAX5. Mediante la eliminación de este gen, estas células se desdiferencian hasta ser de nuevo un progenitor temprano con capacidad de dar origen a otros tipos celulares de la sangre como macrófagos o linfocitos T, aunque no llegan a ser una célula madre hematopoyética", señala. El estudio demuestra que la plasticidad de las células maduras es mayor de lo que se pensaba, que la diferenciación no es un proceso unidireccional e irreversible, sino que puede volver hacia atrás, lo cual arroja nueva luz acerca de los mecanismos que establecen la diferenciación.
Células madre tumorales
Por otra parte, "hemos observado en estos ratones la aparición de linfomas que tienen las características de un progenitor de linfocitos B, es decir, se observan tumores de células indiferenciadas que, por estudios genéticos, sabemos que provienen de los linfocitos maduros como consecuencia de la eliminación de ese gen PAX5", comenta Cobaleda. Esta observación supone una alternativa para explicar el origen de las células madre del cáncer, que propone que muchos tumores están organizados de manera similar a otros tejidos, es decir, que existe una gran masa de células maduras que forman el cáncer, pero también unas células madre del tumor que son capaces de regenerarlo y mantenerlo. Si esto es así, "las terapias deberían dirigirse a combatir esas células madre tumorales, ya que las recaídas son uno de los grandes riesgos del cáncer y podrían estar provocadas por la existencia de estas células que vuelven a dar origen al tejido", explica.
Artículos anteriores de otros grupos de investigación indicaban que el gen PAX5 es un supresor de tumores en heterozigosis (disminución de la dosis génica a la mitad), de forma que su eliminación parcial podía convertir una célula normal en célula tumoral. Estos estudios "sugerían que la inactivación parcial de PAX5 podía llevar a tumores, mientras que nuestra investigación demuestra que sólo la inactivación total de PAX5 convierte a los linfocitos B en células tumorales, y, además, en otros contextos, les permiten desdiferenciarse y convertirse en progenitores", resume el investigador.