Salud España , Segovia, Martes, 04 de julio de 2006 a las 13:24

La biología forense, una herramienta fundamental para esclarecer delitos

La Universidad SEK de Segovia completa hoy un curso de verano que aborda las principales técnicas empleadas en la disciplina

BGA/DICYT La Universidad SEK de Segovia termina hoy con el curso de verano dedicado a la Biología forense, que comenzó ayer y que ha servido para dar a conocer a los alumnos algunas de las principales técnicas empleadas en la resolución de delitos donde las pistas se basan en restos biológicos. Científicos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses del departamento de Madrid (INTCF), han explicado como el estudio de saliva, semen, pelo o sangre en la escena de un crimen, así como la extracción y posterior análisis del ADN tanto del cuerpo de la víctima como de los posibles sospechosos, se ha convertido en un trabajo fundamental y casi definitivo para esclarecer delitos.

En el día de ayer, el experto del servicio de Biología del INTCF, Antonio Alonso, explicó a los alumnos del curso, dirigido por los profesores de la USEK, Andrés Pedraza y Rocío Esteban, la utilización de las técnicas de extracción del ADN en el campo judicial, lo que se denomina genética forense, que se aplican en dos vertientes; por un lado, en la identificación de vestigios biológicos de interés criminal, es decir, aquellos que se encuentran en la escena del delito o en el cuerpo de la víctima; y por otro lado, la investigación biológica de la paternidad.

De acuerdo con este experto, cada vez disponemos de técnicas más fiables y sensibles para obtener información, pero esto no significa que los resultados sean infalibles. En los casos de delitos o catástrofes, la identificación genética de los cuerpos es una de las pruebas más requeridas porque en muchos casos se antoja determinante. Según Alonso, cerca de cuarenta laboratorios en España se dedican a este tipo de técnicas, algunos de ellos solamente en el ámbito civil, como la realización de pruebas de paternidad a través de la extracción del ADN de los individuos.

Según el experto del INTCF, España dispone de una comunidad científica muy reconocida en este campo, aunque lamentó que “aún no dispongamos de una legislación que permita, por ejemplo, aplicar de una forma amplia una base de datos de interés criminal que, aunque existe, está funcionado a bajo gas”. Muchos países europeos poseen una legislación concreta desde hace diez años, lo que les ha permitido resolver muchos casos debido a que los datos se intercambian y se comparten de manera sistemática. Estados mediterráneos como España, Portugal e Italia está a la cola de Europa, ya que carecen de una normativa para aplicar técnicas de forma general.

Por su parte, Lourdes Fernández de Simón, del Servicio de Biología del INTCF, explicó cómo se investigan los indicios biológicos en una escena de un crimen, como los restos de semen o sangre. Sobre el éxito de series de televisión CSI Las Vegas o CSI Miami, cuyos protagonistas esclarecen los delitos en el mismo laboratorio, Fernández de Simón reconoció que “ no están mal documentadas, aunque dicen cosas que no son muy correctas en cuanto a resultados”.

Fernández de Simón resaltó que los propios traductores de este tipo de series se pusieron en contacto con el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses porque no sabían muy bien en un capítulo cómo interpretar alguno de los productos que utilizaban los protagonistas. En ese sentido, Antonio Alonso subrayó que “ hay exageraciones en el tiempo, es verdad que un perfil genético lo podemos obtener en pocas horas, pero claro, ellos en media hora lo tienen hecho y comparado”.