Identifican variables que controlan las poblaciones de berberecho
Agencia CyTA-Leloir/DICYT Investigadores lograron identificar factores que tienen un impacto negativo en las poblaciones de berberecho (Donax hanleyanus), un molusco que habita en playas arenosas entre Mar del Plata (Argentina) y Caravelas (Brasil).
En el estudio participa el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMYC), el Instituto Franco-argentino del Estudio del Clima y sus Impactos, patrocinado por el CONICET, la UBA y el organismo francés de investigación científica (CNRS); la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Laboratorio de Ciencias del Mar de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, en Montevideo, Uruguay.
“Nuestro objetivo general es aumentar la capacidad de adaptación de organismos de gestión nacionales y comunidades pesqueras locales en América Latina para asegurar la sostenibilidad de los recursos pesqueros como medio de vida y conservar la biodiversidad ante condiciones de cambio climático”, destacó la líder del estudio, la doctora en Biología Betina Lomovasky, del IIMYC, que depende del CONICET y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP).
El berberecho es considerado de interés comercial en la provincia de Buenos Aires y podría formar parte de una pesquería a pequeña escala, además de desempeñar un papel fundamental en la red alimentaria de las playas al ser presa de otros invertebrados, peces, aves e incluso mamíferos.
El estudio, publicado en 'Marine Environmental Research', forma parte de un proyecto de investigación internacional codirigido por Lomovasky y financiado por el Instituto InterAmericano para la Investigación del Cambio Climático (IAI), que se inició hace dos años con la intervención de cinco países: Canadá, Ecuador, Brasil, Uruguay y Argentina.
Estudio riguroso
Los investigadores realizaron muestreos de tipo sistemático cada dos meses durante un año y un mes en cuatro playas arenosas bonaerenses al sur del Río de la Plata: Santa Teresita, Punta Médanos, Villa Gesell y Mar del Plata.
A partir de estos muestreos, los investigadores obtuvieron valores de abundancia del berberecho en cada sitio y determinaron la estructura de su población, características morfológicas, edad y crecimiento valvar en el laboratorio. Asimismo, evaluaron muestras de sedimento, perfiles de playa y variables ambientales como temperatura del mar, salinidad y clorofila-a.
“Tras analizar los datos descubrimos que la abundancia de la especie disminuyó a bajas salinidades y se incrementó a mayores valores de clorofila-a”, indicó la bióloga Cielo Risoli, primera autora del trabajo y becaria doctoral del CONICET en el IIMYC.
Asimismo, los investigadores comprobaron que las fluctuaciones en la salinidad también explicaron las diferencias en tamaño individual, estructura de la población y crecimiento valvar entre las playas.
Las playas ofrecen una multitud de servicios ecosistémicos que son cada vez más afectados por la actividad recreativa y otras intervenciones humanas a nivel local, y más globales como la acumulación de dióxido de carbono (CO2) atmosférico en un escenario de cambio climático.
“Los datos obtenidos permiten ampliar la información existente sobre la ecología de playas arenosas y su macrofauna, especialmente en relación a las pesquerías locales, y ayudan a descifrar patrones poblacionales y factores ambientales relacionados”, destacó Risoli.
“Teniendo en cuenta estos problemas a los que se enfrentan, es necesario aumentar la prioridad de investigaciones como las que estamos realizando, orientadas a identificar procesos ecológicos clave que resultan imprescindibles a la hora de tomar decisiones en relación a la planificación estratégica, conservación y gestión de los espacios costeros”, concluyó Lomovasky.