Alimentación España , Palencia, Lunes, 03 de septiembre de 2018 a las 10:54

Identificados cinco genes que controlan la agresividad del hongo causante del chancro resinoso del pino

La Unidad de Patolog铆a Forestal de la Universidad de Valladolid (UVa) y un centro de investigaci贸n sudafricano dan los primeros pasos para conocer en profundidad el proceso de infecci贸n de este hongo, que genera graves perjuicios econ贸micos y ecol贸gi

CGP/DICYT Investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (iuFOR, centro mixto UVa-INIA), en colaboración con el centro de investigación Forestry and Agricultural Biotechnology Institute (FABI) de la Universidad de Pretoria (Sudáfrica), han descrito cinco nuevos genes del hongo ‘Fusarium circinatum’. Este patógeno provoca la enfermedad del chancro resinoso del pino, que causa muertes masivas de planta joven en viveros y cuantiosos daños en repoblaciones madereras en todo el planeta.


El trabajo ha consistido en la identificación de las secuencias genéticas que podrían regir varios factores de patogenicidad en el hongo, esto es, genes que desencadenan herramientas biológicas que el organismo emplea para infectar a su hospedante. Estos resultados, recientemente publicados en la revista ‘Forest Pathology’, suponen el primer paso para conocer en profundidad el proceso de infección de este hongo, que genera graves perjuicios económicos y ecológicos en España.


“Para proceder a la identificación ha sido indispensable el trabajo con grandes bases de datos genéticas”, afirma E. Jordán Muñoz Adalia, doctorando de la UVa y primer autor del artículo. “Conocer el genoma completo del hongo ha resultado esencial para identificar genes que serán punto de partida para nuevas vías de investigación”, añade el investigador predoctoral.


Este trabajo se desarrolla al amparo de la acción europea COST PINESTRENGTH, centrada en el estudio y control del hongo ‘F. circinatum’ en Europa, liderada por el catedrático de Patología Forestal de la UVa, Julio J. Diez Casero, según la información del iuFOR recogida por DiCYT.


“El futuro de esta investigación pasa por identificar las funciones concretas de cada uno de estos genes en la biología del hongo, tanto en condiciones de cultivo como infectando planta viva”, explica Diez Casero, quién dirige la Tesis en la que se enmarca esta investigación junto con la Dra. Mercedes Fernández, del Departamento de Ciencias Agroforestales de la UVa.


Además, cuentan con la colaboración de María Dolores García-Pedrajas y Carmen Cañizares del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea ‘La Mayora’, en Málaga, quienes están participando activamente en dilucidar si la agresividad de este hongo está desencadenada por estos cinco nuevos genes.


La Unidad de Patología Forestal de la UVa realiza una intensa actividad de investigación en relación a organismos que dañan los bosques ibéricos, además de coordinar la mencionada Acción COST. Un total de cinco tesis doctorales (tanto recientemente finalizadas como en actual desarrollo) han atendido la problemática asociada a esta grave enfermedad forestal que amenaza más de diez millones de hectáreas de pinares en toda Europa.


Una enfermedad muy presente en el norte de España


‘Fusarium circinatum’ está causando la muerte de muchos pinos insigne (‘Pinus radiata’) en el norte de España. Identificado por primera vez en los años 40 en Estados Unidos y México, en los últimos tiempos se ha extendido por gran parte de los países que cultivan esta especie de pino, una de las coníferas que más se emplea en plantaciones de todo el mundo. En Europa se detectó en 2004, concretamente en la Cornisa Cantábrica, donde más pinos insigne existen y donde la severidad de la enfermedad está siendo más grave.


La enfermedad no solo afecta a plantaciones de pino insigne, también al pino marítimo. Su principal síntoma es la presencia de chancros con abundante resina tanto en el tronco como en las ramas que pueden provocar la muerte del árbol, por rotura del tronco o por desecación de la copa. ‘Fusarium circinatum’ entra al árbol a través de heridas de origen biótico (relacionadas con la propia naturaleza), como las horadadas por los barrenillos, o de origen abiótico (ajenas a la naturaleza), como las heridas de poda, y va avanzando por los tejidos del árbol liberando enzimas fitotóxicas y micotoxinas que necrosan los tejidos.

 

 

 

Referencia
Muñoz鈥怉dalia, E. J., Fernández, M., Wingfield, B. D., y Diez, J. J. (2018). “In silico annotation of five candidate genes associated with pathogenicity in Fusarium circinatum”. Forest Pathology, e12417.