Un gran congreso reúne por primera vez a la biotecnología de Iberoamérica
JPA/DICYT La biotecnología de Iberoamérica se reunirá por primera vez en el congreso ‘BIO.IBEROAMÉRICA 2016. Biotecnología Integrando Continentes’, que se celebrará en Salamanca (España) entre el 5 y el 8 de junio de 2016. Cientos de investigadores de diversas áreas del conocimiento procedentes de Latinoamérica, Portugal y España acudirán a esta cita, que posteriormente se celebrará cada dos años en sedes diferentes.
“La biotecnología tiene relación con todas las facetas de la vida y eso le da una gran importancia económica”, afirma Eva María Martín del Valle, investigadora de la Universidad de Salamanca y presidenta del Comité Organizador de BIO.IBEROAMÉRICA 2016.
El congreso se divide en ocho simposios: Bioenergía, Biomedicina, Alimentación, Biotecnología Agraria, Soluciones Medioambientales, Ingeniería Bioquímica, Biología Molecular y Bioética. Cada una de estas áreas contará con una conferencia plenaria protagonizada por alguno de los expertos más destacados en la materia. La fecha límite para el envío de comunicaciones es el 15 de marzo y para las inscripciones, el 15 de abril.
Iberoamérica es una región puntera en biotecnología, especialmente en tres áreas: la biomedicina, la bioenergía y el medio ambiente. “Cada país es fuerte en algunas disciplinas y algunos lo son en casi todas, hay proyectos potentes encaminados a la lucha contra el cáncer, el tratamiento de aguas o la disminución de la contaminación por CO2”, comenta Eva María Martín del Valle.
El programa principal de este encuentro se complementa con varias actividades paralelas, como una cita empresarial que estará protagonizado por startups del sector biotecnológico, un debate sobre educación y biotecnología y un evento específico centrado en la lucha contra las enfermedades raras.
Federación de sociedades de biotecnología
La celebración de este congreso dará lugar al nacimiento de una federación integrada por las sociedades de biotecnología de varios países iberoamericanos. Esta iniciativa “ayudará a establecer más relaciones internacionales y sinergias entre grupos multidisciplinares, todo ello encaminado a ampliar y mejorar las herramientas con las que contamos hasta ahora”, señala.
La idea que manejan sus representantes es que Salamanca sea la sede de esta nueva federación por las mismas razones por las que fue elegida para este primer congreso: la calidad de su investigación biotecnológica y sobre todo el atractivo que tiene la Universidad de Salamanca (USAL), la más antigua de todas las iberoamericanas.
Precisamente, este encuentro se enmarca dentro de las actividades de celebración, en 2018, del VIII Centenario de la USAL, en el que uno de los pilares fundamentales es la unificación de las universidades iberoamericanas en un mismo proyecto común que culmine con la creación del Espacio Iberoamericano del Conocimiento.