Ciencias Sociales México , Sonora, Lunes, 13 de enero de 2014 a las 10:12

Localizan 10 nuevos sitios con manifestaciones rupestres en México

Con un total de más de 850 figuras identificadas

IPHES/DICYT Los trabajos arqueológicos que desde el 2005 se desarrollan en el marco del proyecto Poblamiento Temprano en el Noroeste de Sonora (PTNOS), centrado en la región de El Arenoso (Sonora, México), actualmente codirigido por el Dr. Alejandro Terrazas y la antropóloga Martha Elena Benavente, miembros de la red Orígenes que impulsa el IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) en América Latina, han revelado ya diez nuevos sitios con manifestaciones de arte rupestre con un total de 850 figuras en las más de 240 rocas grabadas que se han identificado.

 

Dicho proyecto cuenta desde el año 2008 con la participación del IPHES a través del investigador Ramón Viñas, experto en arte rupestre, y de la arqueóloga Beatriz Menéndez, colaboradora de este centro de investigación; ambos participan como invitados del IIA-UNAM (Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México), que es quien tiene la titularidad del proyecto, financiado por CONACyT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y PAPIIT/UNAM (Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica/Universidad Nacional Autónoma de México). El personal del IPHES mencionado se encarga del registro y documentación de las manifestaciones rupestres localizadas en dicha área de Sonora.

 

Los primeros resultados de este proyecto se dieron a conocer en el IV Coloquio de Historia, Cultura y Medioambiente celebrado en Caborca (Sonora, México) y en el I Congreso Internacional Carl Lumholtz. Los Nortes de México: culturas, geografías y temporalidades realizado hace poco en Creel (Chihuahua, México), así como dentro de un ciclo de conferencias sobre manifestaciones rupestres impartidas en el IIA-UNAM por Beatriz Menéndez, durante su estancia como investigadora invitada por dicha institución. Según ha explicado esta arqueóloga: “A partir de las diferentes campañas se han localizado, registrado y documentado un total de diez sitios con manifestaciones rupestres, tratándose de grabados o petrograbados sobre rocas de origen volcánico. Hemos identificado más de 850 figuras en las más de 240 rocas grabadas que hemos observado”.

 

Los datos que se han obtenido han permitido tener una visión de los elementos tipológicos más representados en cada lugar. “Esto nos facilitará ahora conocer las relaciones entre los patrones de ubicación y los rasgos estilísticos y temáticos”, asegura Beatriz Menéndez.

 

El simbolismo de los tipos representados necesita de un contexto cultural. “Por lo tanto, es prematuro –añade- descifrar el significado de las asociaciones representadas por su diferencia temporal con el presente. Debemos recurrir a la etnografía y a la etnohistoria para conocer la iconografía de los últimos grupos indígenas como pápagos, ópatas, pimas, seris, mayos, guarijíos..., así como valorar la posibilidad de la influencia de grupos apaches en épocas relativamente recientes. Todo ello deberemos ponerlo en relación con el registro arqueológico”.

 

El equipo que trabaja en el Arenoso prevé publicar una monografía que recoja estos resultados, así como todos los estudios e investigaciones que se están llevando a cabo, tanto a nivel de tesis de licenciatura, de maestría o de doctorado, como investigaciones realizadas por el IIA-UNAM y otras en colaboración con centros externos al mismo, para conocer un poco más sobre los grupos que habitaron estas áridas regiones durante el Cuaternario y que, por lo que respecta a las manifestaciones rupestres, dejaron su impronta en las rocas de Sonora.

 

Beatriz Menéndez, que realiza su Tesis Doctoral en la URV (Universitat Rovira i Virgili de Tarragona) sobre las manifestaciones rupestres de este área de El Arenoso bajo la dirección del Dr. Ramón Viñas, apunta: “La ocupación humana en esta región, donde se centra el proyecto PTNOS, data de hace por lo menos 9,000 años, basándonos en los estudios de las tipologías líticas y cerámicas del noroeste de Sonora y el sureste de Arizona. Pero también se han registrado yacimientos paleontológicos de más de 13,000 años, aunque estos últimos no están asociados a presencia humana”.