Analizan los efectos del cambio climático en Santiago
UC/DICYT Ante el aumento de las temperaturas registrado en los últimos años, se hace necesario planificar las ciudades de manera diferente: más áreas verdes, innovar en los materiales de construcción y cambiar el uso de suelo, entre otras medidas. Este fue el tema que abordó un seminario organizado por el Instituto de Geografía UC (Pontificia Universidad Católica de Chile) y el Departamento de Geografía de la Universidad de Chile.
Abordar el fenómeno del cambio climático en espacios urbanos fue el propósito del seminario Impactos y vulnerabilidades de centros urbanos ante el cambio climático, organizado en conjunto por el Instituto de Geografía UC y el Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, en el marco del Proyecto Fondecyt Evidencia del cambio climático en centros urbanos chilenos, y Centro Conicyt/Fondap.
Como explica uno de los organizadores de la actividad, el profesor de Geografía UC Cristián Henríquez, en este seminario se buscó “presentar avances sobre la investigación de clima urbano en distintas ciudades chilenas y también de casos brasileños, y su relación con los potenciales impactos del cambio climático, lo cual permite reflexionar sobre medidas de adaptación que puedan ser incorporados en los procesos de planificación urbana. Como por ejemplo, el rol de los corredores verdes, cursos hídricos, distintas materialidades de construcciones, altura de edificaciones, cambio de usos de suelo y otros aspectos que pueden ser incluidos en instrumentos de planificación y gestión urbana y que a su vez puedan influir en la reducción de las vulnerabilidades de la población".
El seminario abordó cuatro temas: los riesgos y vulnerabilidades ante el cambio climático, las tendencias climáticas y los efectos en el paisaje; casos de estudio de clima urbano y vulnerabilidad; y adaptación urbana ante el cambio climático. Le siguió un taller de análisis y discusión de estas temáticas en el que participaron diversos expertos, tanto nacionales como internacionales.
Entre las presentaciones expuestas destacan “Climas urbanos y desastres naturales en Santa Catarina, Brasil”, por Magaly Mendonça, Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil; “Eventos extremos de precipitación y temperatura en Chile: proyecciones para fines del siglo XXI”, Claudia Villarroel, Dirección Meteorológica de Chile; “Análisis de cambios de climas: modelos y métodos”, Vijendra Bonke, University of Nebraska, Kearney, EE.UU.; “Análisis de la vulnerabilidad por remoción en masa e inundación en Valparaíso”, Uriel Padilla, Universidad de Valparaíso; y “Modelación de usos de suelo y su relación con la demanda hídrica en Santiago”, Olga Puertas, Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, entre otras.
La investigación FONDECYT que dio origen al seminario, detectó un aumento en las temperaturas máximas en Santiago (entre 0,19°C y 0,32°C por década), y de las temperaturas mínimas (0,07ºC y 0,15ºC). Estas cifras aportadas por el proyecto están en línea con las proyecciones de los modelos climáticos que predicen que a fines de siglo las temperaturas en Chile podrían subir entre dos y cinco grados, en el escenario más severo. Los datos muestran que además de la tendencia al alza en las temperaturas y en el porcentaje de días y noches cálidas, se ha registrado una disminución en el número de mañanas con heladas en la capital (temperatura menor a 0ºC), en Calama y desde Santiago al sur.
Las cifras, aunque parecen pequeñas, pueden ocasionar importantes consecuencias no sólo en materia de distribución de la flora o respecto del avance de la desertificación, sino también en la agudización de ciertos efectos derivados de las amenazas naturales, lo que pondrá a prueba nuestras actuales formas de ocupación del territorio, explica el director del Instituto de Geografía Federico Arenas.
La variabilidad climática chilena y factores locales, topográficos y geográficos de la ciudad misma, afectan los indicadores, además del cambio climático. Ambos se potencian. Mientras los factores locales hacen que los efectos del cambio sean más potentes, el calentamiento global hace que ciertos fenómenos locales se intensifiquen. Como concluye Arenas, dado que el cambio climático es un fenómeno de larga duración o quizá irreversible, la tarea es hacer ciudades capaces de enfrentar este proceso, realizar un “nuevo diseño urbano, no sólo con áreas verdes que atenúen el efecto del calor y con ordenanzas que de verdad impidan construir en zonas vulnerables a fenómenos climáticos, sino además bajo una lógica de la mayor eficiencia posible en términos de localización de usos, servicios, infraestructura critica, transportes y amenazas naturales”.