Avances en Biología molecular para entender mejor la interacción entre plantas y microorganismos
JPA/DICYT Martha Helena Ramírez Bahena, investigadora del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa), ha explicado hoy en una conferencia cómo el desarrollo de la Biología molecular en los últimos 10 años ha hecho posible que los científicos aumenten su conocimiento acerca de las interacciones entre plantas y microorganismos. Estos hallazgos son importantes para la agricultura, especialmente los referidos a un género de bacterias llamado Rhizobium, que se ha revelado como muy importante para el desarrollo de algunas plantas.
Sin embargo, a lo largo de la última década, las nuevas herramientas de la Biología molecular ha hecho cambiar los paradigmas establecidos en este campo, según ha explicado la investigadora. "Las metodologías empleadas en Microbiología y sobre todo la Biología molecular han cambiado ya las perspectivas que había sobre la simbiosis entre Rhizobium y leguminosas. Hay muchas cosas que no se habían podido dilucidar y que ahora conocemos gracias a nuevas herramientas", ha señalado la experta en declaraciones a DiCYT.
A pesar de la importancia de Rhizobium, "hay otras bacterias que están involucradas en esa interacción con las plantas que no tienen por qué ser del mismo género" y además se ha avanzado mucho, por ejemplo "en el conocimiento de los procesos de infección", según ha comentado.
Uno de los géneros de bacterias que se conoce mucho mejor en la actualidad es Agrobacterium, en palabras de la investigadora, "un primo hermano del Rhizobium", que hasta hace poco "se creía que sólo era un patógeno, pero también es una herramienta biotecnológica y ahora mismo se está usando en Francia como modelo para definir lo que es el concepto de especie bacteriana", proyecto en el que también participa Martha Helena Ramírez Bahena.
El objetivo es "definir un concepto de especie bacteriana", ya que ha pasado un siglo y los científicos no se han puesto de acuerdo acerca de este concepto". En la actualidad, gracias a la posibilidad de secuenciar genomas enteros y compararlos, se está descubriendo, entre otras cosas, "que hay genes específicos de especie que hacen que las bacterias tengan un papel importante en determinados casos".