Nutrition Spain , España, Friday, November 11 of 2011, 10:13

Leones y guepardos contraen la sarna a través del contacto con sus presas

Las presas enfermas son más débiles y más fáciles de cazar, lo que propicia el contagio de los depredadores

CSIC/DICYT Una investigación internacional en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que los leones y los guepardos de la reserva natural de Masai Mara, en Kenia, contraen la sarna a través del contacto con gacelas y ñus, sus presas más frecuentes. La sarna es una enfermedad que afecta a la piel de los animales y, en los casos crónicos, puede llegar a causar su muerte. El estudio ha sido publicado en la revista Parasites and Vectors.


“En los herbívoros la sarna se transmite entre individuos de la misma especie, las gacelas contagian a otras gacelas y los ñus a otros ñus, siempre mediante contacto directo. Pero en el caso de los grandes carnívoros, como los leones y los guepardos, el contagio se produce principalmente por el contacto con sus presas más frecuentes, los ñus y las gacelas”, explica el investigador del CSIC, Samer Alasaad, de la Estación
Biológica de Doñana.


Según esta investigación, esta vía de contagio supone una amenaza para la supervivencia de guepardos y leones, ya que los herbívoros afectados con sarna son más débiles y se convierten en presas fáciles, con la consiguiente infección del depredador. En Kenia quedan menos de 1.000 guepardos, de los que 61 se encuentran en la reserva de Masai Mara, y unos 2.000 leones, 300 de ellos en esta reserva.
 

Evolución de la enfermedad


“El ácaro que produce la sarna vive en túneles subcutáneos que causan un picor insistente al animal infectado. Pocas semanas después del contagio se produce una infestación masiva, en la que un centímetro cuadrado de piel llega a tener miles deácaros, que provoca la caída del pelo, pruritos e inflamación de la piel, así como placas costrosas. Y en los casos más graves los animales acaban muriendo”, comenta Alasaad.


Para llegar a sus conclusiones, los investigadores tomaron muestras de los parásitos de las cuatro especies estudiadas, leones, guepardos, gacelas y ñus, para después realizar un análisis de genética poblacional de esos ácaros. “El análisis genético se basó en zonas neutras, de ADN no codificante, del genoma del parásito y nos permitió conocer las diferencias o coincidencias entre los tipos de ácaros según su hospedador”,
concluye el investigador del CSIC.