Ciencia España , Burgos, Martes, 12 de abril de 2011 a las 17:29

Un investigador del CENIEH emplea los SIG para dar un nuevo enfoque al estudio de la evolución humana en Olduvai

El geólogo Alfonso Benito acaba de publicar un trabajo al respecto en el ‘Journal of Human Evolution’

CGP/DICYT Alfonso Benito Calvo, responsable del Grupo de Geomorfología y Reconstrucciones Paleogeográficas del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), acaba de publicar en la prestigiosa revista científica Journal of Human Evolution, un trabajo junto con Ignacio de la Torre, del Instituto de Arqueología, University College London, en el que analiza los patrones de orientación en los yacimientos del Lecho I de la Garganta de Olduvai, al Norte de Tanzania, utilizando técnicas SIG, esto es, Sistemas de Información Geográfica.

 

El objetivo del trabajo ha sido demostrar que los hallazgos encontrados en el Lecho I no son acumulaciones producidas por la acción de los homínidos o por otros animales, sino que son efecto de agentes geológicos y que, por tanto, los estudios espaciales de estas concentraciones no son indicadores del comportamiento humano, como venía afirmando gran parte de la comunidad científica.


Los yacimientos arqueológicos excavados por la famosa arqueóloga británica Mary Leaky durante los años sesenta y setenta del siglo pasado, en el Lecho I de la Garganta de Olduvai, están datados entre 1,84 y 1,74 millones de años, y son probablemente los más renombrados yacimientos paleolíticos de África y del Mundo. En general, los investigadores coinciden en considerar a estos yacimientos como acumulaciones biológicas originales y, durante los últimos años, la discusión se ha centrado en si dichas acumulaciones han sido causadas por la acción de los carnívoros o por la de los primeros homínidos. Estas características - han convertido a estos yacimientos africanos en referentes fundamentales para elaborar interpretaciones modernas sobre el comportamiento de los primeros humanos.

 

Sin embargo, como se expone en este trabajo titulado Analysis of orientation patterns in Olduvai Bed I assemblages using GIS techniques: Implications for site formation processes, el estudio espacial de estas acumulaciones utilizando técnicas SIG y métodos estadísticos, que se ha realizado en el Laboratorio de Cartografía Digital del CENIEH y en el Instituto de Arqueología del University College of London, demuestra que los huesos y los artefactos hallados presentan una orientación preferencial muy acusada y similar en todos los yacimientos.

 

“Esta organización no es característica de acumulaciones biológicas originales, si no del efecto de agentes geológicos” afirma Benito Calvo. Y continúa explicando que “de este modo el factor principal de acumulación de huesos y artefactos en estos yacimientos no se habría producido por acción de los homínidos, si no que serían elementos aportados y depositados posiblemente por movimientos de agua en un ambiente de humedales que se situaban alrededor de un lago salino”.

 

Según la información del CENIEH recogida por DiCYT, Benito Calvo concluye diciendo que para conocer en profundidad la dinámica de formación de estos yacimientos serán fundamentales más estudios sedimentológicos y estratigráficos de detalle, como los que empieza a desarrollar el investigador Alfredo Pérez-González, responsable del Programa de Geoarqueología del CENIEH.