El consumo de hojas por parte insectos provoca la pérdida de la fotosíntesis en las plantas
UN/DICYT Un estudio realizado por biólogos de la Universidad Nacional de Colombia (UN) comprobó que el consumo de hojas por parte de algunos insectos provoca la pérdida de la fotosíntesis en las plantas. En la naturaleza se encuentran organismos de la misma o diferente especie que se relacionan, pero no siempre estas son beneficiosas para ambos. En el campo se encuentran especies como mariposas, cucarrones, grillos y caracoles, que consumen hojas, y es a este proceso lo que se conoce como folivoría (cuando se trata del consumo de plantas se le conoce como herviboría), que afecta el área foliar de las plantas.
Laura Camila Barreto, estudiante de Biología, bajo la dirección de los profesores de ese departamento Orlando Vargas y María Argenis Bonilla, realizó una investigación para observar cómo se afectaban las plantas por este consumo, es decir, si producían la misma cantidad de óvulos o polen, mirar el desarrollo de las flores y también de los frutos.
“Cuando se da este consumo no siempre las plantas mueren, las que sobreviven no se desarrollan normalmente”, explicó Barreto, quien dijo que toda la planta se ve seriamente afectada ya que al no haber actividad fotosintética, la misma no genera moléculas necesarias para nutrirse (fotosintatos).
Con la fotosíntesis, los vegetales con clorofila convierten la energía luminosa en energía química para elaborar sustancias orgánicas a partir de otras inorgánicas. Este proceso es el punto de partida de todas las cadenas tróficas (alimentarias).
“Inicialmente realizamos una revisión de los efectos que trae ese consumo sobre las funciones masculina y femenina de las plantas en su sistema reproductivo: flores o frutos”, indicó la estudiante.
Agregó que a nivel biológico, al haber una pérdida en el área fotosintética, “hay menoscabo en el almacenaje y contribución de nutrientes y carbohidratos, y por tanto genera alteraciones en el crecimiento y reproducción de las plantas, lo que puede conllevar a una pérdida en la calidad y productividad de los cultivos; por ejemplo, hay menos cantidad de frutos o las semillas no son viables”, explicó Laura Barreto.
Sin embargo, como lo reitera la estudiante, aunque son más los efectos negativos, también hay compensaciones: “Aunque a nivel de polen y semillas se puede presentar una pérdida considerable, existe por otro lado una abundancia en flores (display floral) en la biomasa vegetativa, entre otras”, enfatizó la estudiante.
Asegura que puede ocurrir lo contrario, viene una ruina en la viabilidad de las flores, en cuanto a tamaño y peso, pero puede haber compensación en productividad de semillas y frutos.
En su investigación, Barreto encontró que este proceso de la folivoría tiene efectos más duraderos antes de la floración que después de ella.