Asteroides cerca de la Tierra, parte de la rutina espacial
UN/DICYT Que los asteroides pasen cerca de la Tierra es algo que, aunque no es diario, sí es habitual en la rutina del espacio, explica Gregorio Portilla, astrónomo de la Universidad Nacional de Colombia. El asteroide denominado 2010-GU21, que en términos astronómicos pasó muy cerca de la Tierra, representa un peligro mínimo para la humanidad, dice el experto del Observatorio Astronómica de la Universidad Nacional (UN) de Colombia.
Él explica que este fenómeno celeste se ha hecho cada vez más común debido a que en la actualidad astrónomos de diversas nacionalidades están realizando un censo específico de estos objetos, precisamente para conocer los riesgos reales de que un asteroide o un meteorito impacte el planeta.
“En la medida en que salen a la luz pública, pues la gente se dará cuenta de que hay más asteroides de lo que uno puede pensar. Solamente el mes pasado pasó uno de esas mismas características. Además, se sabe que en noviembre del 2011 cruzará otro similar”, dice el experto.
El profesor Portilla explica que, sin embargo, sí puede haber un riesgo de colisiones por los asteroides que todavía no han sido detectados por los telescopios del mundo, un porcentaje lo suficientemente amplio como para estar alertas. Hasta la fecha, se sabe que hay unos 1.100 asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra, pero según los cálculos de los astrónomos, que tienen muy definidas las trayectorias, no han encontrado alguno que apunte a la Tierra.
“La mayoría de esas rocas espaciales son del tamaño de una casa, muy pequeñas como para que su reflejo de luz sea detectada por los lentes ultramodernos que existen hoy en día. Por eso las detecciones se dan a corto plazo, cuando están muy cerca del planeta, como este que apareció en los telescopios hace apenas un mes”.
Cabe destacar que el asteroide 2010-GU21 pasó este miércoles a una distancia de 3 millones 218 mil 688 metros, lo que equivale a ocho veces la distancia que hay entre la Tierra y la Luna. Muy cerca en términos astronómicos, muy lejos en términos físicos reales.